Fox y Calderón acusados de fraude, Peña acusado de corrupción

Fox y Calderón acusados de fraude, Peña acusado de corrupción

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Pareciera que la tranquilidad no es una opción para las personas que hayan gobernado México. Hasta el momento hay cinco expresidentes mexicanos vivos y la mayoría de ellos arrastran acusaciones graves que podrían enviarlos a prisión. Pero los hechos se concentran en tres antiguos mandatarios: Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto.

Desde hace 18 años que estos tres personajes han dirigido los rumbos de una nación sumida en la violencia, la pobreza, la guerra y la desigualdad. El cambio que prometió el PAN resultó ser una debacle de seguridad y la llegada de Calderón al poder solamente incrementó el número de asesinatos en el país, después de una guerra innecesaria.



Peña Nieto remató la impopularidad de los presidente mexicanos al plagar de corrupción su sexenio y prácticamente involucrar a todos sus secretarios. Ahora los tres últimos expresidentes están armando equipos legales para evitar una orden de captura en su contra. Vicente Fox ya es investigado por posible fraude fiscal por al menos 700 millones de pesos. Pareciera que no se puede vivir tranquilo después de gobernar al país.

El que peores escenarios enfrenta es Felipe Calderón. El michoacano ha dedicado sus últimos meses a levantar su propuesta de partido político y criticar al obradorismo. En medio de esta estrategia, el expresidente ha salido embarrado en los escándalos de Genaro García Luna (su gran aliado en la guerra antidrogas que ya está detenido por delitos de narcotráfico y lavado de dinero). Calderón ha negado cualquier complicidad.

Pero el que aparece en más escándalos de corrupción es Enrique Peña Nieto. El priista ya era acusado de desvío de recursos desde su mandato y, al terminar, se le ha nombrado como beneficiario de sobornos del narcotráfico, operador de un desvío de recursos colosal, apoyo a empresarios selectos y espionaje a rivales políticos, periodistas, activistas y más. Ante esta avanzada legal en su contra, el priista se niega a volver a vivir en el país.