Los principales agresores de las mexicanas son sus esposos y familiares

Los principales agresores de las mexicanas son sus esposos y familiares

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Desde violencia verbal, pasando por la física y emocional, hasta abusos sexuales, golpes y hasta feminicidios, los grandes agresores de la mujer mexicana están en casa. Un informe publicado por Olga Sánchez Cordero asegura que nueve de cada diez mujeres experimento agresión, violencia y abuso en su hogar antes que en las calles.

Estos datos destrozan la misiva que dice que las mujeres están más seguras en sus hogares, ya que los principales agresores en México son esposos y familiares directos. Esto deja ver que también los grandes agresores sexuales de bebés, niñas, adolescentes y mujeres son sus propios familiares. El dato es crudo y deja ver la normalización de la violencia familiar, que pocas veces termina en el agresor detenido (asegurando que es más violencia familiar que otra cosa).

Queda claro al ver el caso del exdirector de Amazon en México, quien intentó matar a su esposa golpeándola con un bate de béisbol mientras dormía. Después la atacó en la cara con un bisturí y la ahorcó hasta dejarla inconsciente. Ante todo esto, un juez cambió los términos y pasó de ser un feminicida a solamente un hombre que aplicó violencia familiar. Semanas después, su esposa fue asesinada a balazos frente a su hijo.

Machismo e impunidad

La edad promedio de mexicanas agredidas es de 33 años, señala el reporte. Además, queda claro que el 66% de las mujeres en el país han subido algún tipo de agresión, abuso o violencia por parte de sus esposos o familiares directos. La gran cantidad de agresores de primera línea dejan ver que en la sociedad mexicana impera un machismo amparado desde lo legal y protegido desde el núcleo familiar.

El gobierno mexicano deja ver que los casos de agresión y abuso sexual se incrementan en las comunidades indígenas. El 44% de los casos generales deja ver algún tipo de violencia psicológica, mientras que hay registros de abuso físico en el 26% de los casos y violencia económica en el 16% (esta última no está penalizada debidamente por la ley mexicana).