Golpe de Estado: los militares le quitan el poder a Evo Morales

Golpe de Estado: los militares le quitan el poder a Evo Morales

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Bolivia llena casi dos semanas de protestas en las calles. Al igual que otras naciones, la presión era si el presidente se quedaba o se iba. Pero a diferencia de la situación que vive Chile, Ecuador o Haití, en este caso los que más presionaron para que Evo Morales no repitiera su cuarto mandato fueron el sindicato obrero más poderoso del país y el ejército. 


En esta nación el presidente no obtiene el cargo de líder de las fuerzas armadas, y el actual hombre al cargo salió hace unas horas a exigir la renuncia de Evo Morales. ¿Qué significa que a un presidente lo presionen los militares hasta renunciar? Bueno, el tema se vio hace varias décadas en Chile, en donde Salvador Allende fue asesinado para imponer a Augusto Pinochet y su militarismo radical.

Para evitar más caos, Evo Morales llamó en su momento a nuevas elecciones pero ante la falta de apoyo de la milicia, hoy ha anunciado su renuncia como presidente de Bolivia. Las versiones desde las calles son contrastantes, mientras algunos aseguran que seguirán apoyando al presidente, los opositores aseguraron desde el inicio un fraude electoral. La OEA fue determinante para esta decisión. 

Los militares se hacen con el poder

Pero que las fuerzas armadas tomen parte político y decidan colocar o remover presidentes es algo alarmante para las democracias latinoamericanas. Recordemos que en Brasil ganó la ultraderecha gracias a que se envió a la cárcel a Lula Da Silva y se impulsó desde el ejército a un candidato que formó parte de las fuerzas armadas: Jair Bolsonaro. Chile también ha visto cómo los militares se apoderan del poder a base de amenazas y tiros. 

Evo sale de la presidente boliviana después de casi catorce años en el poder. Actualmente Bolivia es la nación con mayor crecimiento económico del continente y los niveles de pobreza se han reducido a la mitad desde la llegada de la izquierda al poder. Aún así, especialistas aseguran que demasiadas reelecciones no fueron la mejor estrategia de Evo. 

Lo cierto es que el panorama aún es complejo: los militares han tomado el poder.