La esposa de Javier Duarte ha sido detenida en Londres
Fueron meses de intentos del gobierno veracruzano para detener a Karime Macías. La esposa del priista sentenciado se resguardó en la isla británica, después de acusaciones de desvío de recursos a través de empresas fantasma. Todo esto lo hizo mientras ella y su esposo, Javier Duarte, tenían altos cargos en Veracruz.
Como líder del DIF estatal, Karime Macías abusó de su cargo para simular actividades. Los montos de los desvíos de recursos superan los 400 millones de pesos, además de otras actividades polémicas de la entonces primera dama veracruzana en el poder. Macías gastó al menos otros 7 millones de pesos para invertirlos en una mansión que tenía junto con su esposo en Miami, Estados Unidos.
Desvío millones como su esposo
Después de que se diera a conocer la investigación periodística Las empresas fantasma de Javier Duarte, el priista decidió renunciar a su cargo. Después de que Animal Político mostrara paso a paso cómo es que el gobierno priista en Veracruz estaba desviando dinero público a través de empresas inexistentes, Karime y Duarte huyeron del país: el primero a sudamérica y la segunda al viejo continente.
Recluida en Londres, Karime Macías aseguró que era una perseguida política del gobierno estatal de Miguel Yunes. Los intentos por capturarla se fueron ahogando gracias a la defensa legal de la que fuera encargada del DIF veracruzano, mientras Javier Duarte rogaba, desde prisión, que no se tocara a sus hijos y esposa. El priista aceptó cantar sobre su acuerdo con el gobierno de Peña Nieto para entregarse y hacer un show mediático.
Ya en Londres, se sabe que Macías gastaba al menos 170,000 pesos mensuales para vivir cómodamente en una de las capitales más costosas del planeta. No se sabe de dónde salió el dinero para vivir ahí mientras su esposo se encuentra en prisión, con una condena mínima de 9 años. La ahora detenido siempre aseguró que ella no tuvo nada qué ver en los desvíos del gobierno de su esposo, por lo que se intentó atraparla por encubrirlo.