Castigar a mujeres que aborten, la primer propuesta fuerte de la oposición
Se están uniendo grupos políticos de ultraderecha para meterle freno a las iniciativas de Morena. Esta aparente unión llega bastante tarde, un año después de que López Obrador y los morenistas se convirtieran en la fuerza política más fuerte de México. Pero aún así los opositores tienen como nueva meta quitarle a los guindas su control en las cámaras legislativas en 2021. Su primer gran proyecto: seguir penalizando el aborto en el país.
Esta propuestas uniría los apoyos de partidos conservadores el PES (partido evangélico), y algunos senadores y diputados que estén en contra de la interrupción del embarazo. Una aliada grande sería la morenista Lily Téllez, quien dejó en claro que, al contrario de su partido, siempre votará por castigar a las mujeres que recurran a estas prácticas.
Escoger el tema del aborto no es algo improvisado. Los conservadores saben que Morena está por discutir la legalización de la interrupción del embarazo hasta las doce semanas en todo el país. Esto ya es una realidad desde hace décadas en la capital mexicana y hace poco se aprobó la medida en todo Oaxaca, lo que está por provocar una tendencia nacional. Estados como Puebla y Sinaloa han dejado en claro que no están a favor del aborto legal.
Quitarle apoyos a Zavala-Calderón
El tan anunciado frente opositor se pondría finalmente de acuerdo con este tema,buscando restar simpatizantes a Margarita Zavala y Felipe Calderón. Con una visión totalmente religiosa, los opositores al aborto legal en el país aseguran que la izquierda está promoviendo el asesinato de embriones (a quienes prometer defender dentro del vientre materno).
Esta medida conservadora llama a que políticos decidan sobre los cuerpos de las mexicanas, castigando a quien desee abortar.
La oportunidad única de 2021
Pero buena parte de esta defensa es una estrategia política para sumar simpatizantes religiosos rumbo al 2021. Es en las elecciones intermedias en donde se pondrá a prueba la capacidad de los partidos de oposición con miras a la elección presidencial del 2024. El PAN y el PRI saben que un mal resultado en las intermedias los debilitaría por completo, con la posibilidad de pasar a la categoría de “partidos chicos”. Ahí es donde el PES quiere sacar ventaja.
Lo cierto es que López Obrador ha sabido mover sus fichas para tratar con el electorado religioso. El tabasqueño aprovecha cada oportunidad para declararse cristiano y repetir que trabaja bajo una moral muy estricta (incluso públicamente no se ha pronunciado a favor del aborto, a pesar de que su partido ya se mueve en lo legislativo para legalizarlo). Con esto, Morena se asegura aún buenos votos religiosos que aún confían en su proyecto.
Con información de La Política Online.