El nuevo presidente del PRI ya arrastra varios escándalos de corrupción | BREAKING

El nuevo presidente del PRI ya arrastra varios escándalos de corrupción

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El nuevo presidente del PRI, Alejandro Moreno “Alito, evoca al viejo PRI, el partido cuyos dirigentes y candidatos abusaron del erario público.

No es coincidencia, Alito se afilió al PRI en su natal Campeche en 1991. Se sabe que uno de sus impulsores y padrinos fue el expresidente Carlos Salinas de Gortari.

La coincidencia de compartir padrino junto al expresidente Enrique Peña Nieto no es lo único que comparten ambos políticos priistas.

Moreno, entonces gobernador de Campeche, también arrastra un escándalo por la posesión de una mansión al estilo de la Casa Blanca de Peña Nieto.

La mansión de Alito costó algo más de dos millones de dólares, un palacio de 1,900 metros cuadrados en un predio de 13,000.

Esa cantidad de dinero, superaba por mucho su salario de gobernador. Moreno contestó que edificó su casa gracias a un crédito bancario.

Las viejas costumbres

Alito puede presumir que desde el año 2000 ostenta cargos públicos. Ha sido diputado federal en dos ocasiones, senador y gobernador de Campeche.

Conoce las cámaras del Congreso y también su partido. Ha sido secretario de organización del PRI y presidente del partido en Campeche.
A pesar de subir correctamente cada uno de los escalones en el organigrama del PRI, Alito no pudo evitar las acusaciones de sus correligionarios por fraude en la elección presidencial del tricolor.

Las acusaciones de inflar el padrón de militantes de cara a la elección interna que ganó con más de 1.6 millones de votos es solo la última acusación en su contra.

En junio de 2015, cuando ganó la gubernatura de Campeche, sus rivales del PAN y Morena pidieron que se anulara la elección por coacción, amenazas y pago de grandes sumas de dinero para ganar.

En diciembre, Morena acusó al PRI de haber desviado 367 millones de pesos del presupuesto estatal, unos 18 millones de dólares, para la campaña.

Sonriente y confiado, el cabello peinado disciplinadamente hacia atrás, Moreno parece una versión del viejo PRI, aunque esta vez, muy allegada al Gobierno Federal.