Amazonas: los pulmones del planeta llevan dos semanas ardiendo
La amazonia brasileña arde y el presidente Jair Bolsonaro tiene tiempo para culpar a las organizaciones no gubernamentales de la crisis más grande que afronta el país sudamericano en los últimos 6 años.
Para dimensionar los incendios en la Amazonia, cabe señalar que se han producido un 84% más de incendios que en 2018.
En lo que va del año Brasil ha sufrido 72,843 incendios, más de la mitad de estos han sucedido en la región Amazónica.
Lejos de actuar de forma eficiente, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, apenas el martes, sin tener prueba, sugirió que son las organizaciones en defensa del medio ambiente las que están causando incendios por el recorte de fondos decretado por su Gobierno.
Lo cierto es que el fuego sigue avanzando, esta semana se registraron 68 incendios, lo alarmante es que fueron en áreas de protección ambiental donde esto no debería suceder.
El estado de Mato Grosso ha sido el más golpeado por las llamas con un incremento en los incendios de un 205%.
En este estado se encuentra el parque Chapada dos Guimarãe, que dicho sea de paso, ha perdido el 12% de su vegetación.
Alarma nacional
El lunes pasado el cielo de San Pablo, a 3,000 kilómetros de la Amazonia quedó oscurecido. Las fotografías de los incendios comenzaron a inundar las redes, lo que aumentó la presión para Bolsonaro.
Aunque el presidente continúa diciendo que todo es un complot para desestabilizar su Gobierno, lo cierto es que los incendios tienen otra causa.
Según el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia, parte de los incendios en las áreas protegidas son consecuencia de la deforestación.
Los 10 municipios que más han ardido son también los más deforestados, estas localidades suman el 37% de los incendios y el 43% de la de forestación.
Sin un plan de contingencia adecuado se espera que los incendios continúen y que el daño a la Amazonia sea todavía mayor.