Luis Videgaray huye de México en plena cacería de corruptos
Se trata del cerebro detrás del sexenio peñista, quien ahora se ha mudado del país hacia Estados Unidos. En esa misma nación se encuentra escondido César Duarte y durante muchos años vivió ahí Emilio Lozoya y Romero Deschamps, mientras el aroma de sus posibles detenciones se sentía en territorio mexicano. Ahora que el gran abogado del poder mexicano está detenido, Luis Videgaray anuncia que ya no vivirá en México.
El anuncio del funcionario priista llega justo en plena cacería de políticos corruptos por parte de la fiscalía mexicana. Recordemos que Videgaray tiene en México una polémica mansión millonaria ubicada en Malinalco, que obtuvo gracias a un acuerdo con Grupo Higa (una de las firmas más ligadas a casos de corrupción en el país). El dos veces secretario mexicano anunció que dará clases en el MIT.
En los últimos días del gobierno de Enrique Peña Nieto, su entonces canciller aseguró que terminaría definitivamente con su vida política, para dedicarse a la docencia (es doctor en economía por el instituto de Massachussets antes mencionado). La salida de Videgaray llega cuando su nombre aparece en varios casos de corrupción en México, destacando los desvíos millonarios a favor del PRI en Chihuahua, su participación en la compra de plantas chatarra por Pemex, entre otros.
Para muchos analistas, la figura de Videgaray fue la del verdadero presidente de México del 2012 al 2018. Detrás del fallido Pacto por México estaba el cerebro del priista, quien aspiraba a formar parte de los grandes nombres de la política mexicana y que ahora mismo está más cercano a una orden de captura que a un gran legado en el país. Su salida hacia Estados Unidos embona con las largas vacaciones que Enrique Peña tomará en España.
Al igual que el expresidente priista, Videgaray aseguró que durante la era obradorista viviría tranquilamente en México. Ahora los planes han cambiado y el excanciller mexicano prepara las clases en el MIT, que inician en septiembre próximo. Esta noticia se da a pocas horas de que el abogado del PRI, Juan Collado, fuera detenido por fraude y a pocas semanas de que se ordenara la orden de captura en contra de Emilio Lozoya y su familia.
Con estas huidas al extranjero, queda claro que la cúpula peñista no se siente tranquila en el país. La creación de la primer fiscalía mexicana y los avances de la unidad de inteligencia financiera han acelerado los procesos en contra de políticos presuntamente ligados a fuertes casos de corrupción, contando con la ayuda de otros priistas para declarar en contra de sus expatrones (Javier Duarte ya acusó al exprocurador y a Peña Nieto).
La mayoría de escándalos de corrupción durante el último sexenio del PRI mencionan a Videgaray en mayor o menor medida. La famosa estafa maestra, la corrupción del tren México-Querétaro, los sobornos de OHL, el caso Chihuahua, los favores a Grupo Higa (quienes le vendieron su mansión), entre otros, tienen al priista al menos mencionado en las carpetas de investigación. Con la Interpol buscando a Lozoya, los peñistas están cambiando de domicilio.