Una cinta perdida revela como suena la voz de Frida Kahlo
Cuando pensamos en los personajes históricos, difícilmente podremos imaginarnos como sonarían sus voces. Ahí está el caso de Porfirio Díaz en un mensaje grabado enviado a Thomas Alva Edison, una verdadera joya de principios del siglo XX. Sin embargo, hay casos como los de Frida Kahlo y Diego Rivera, dónde lo único que permanece de ellos, son fotografías, hasta ahora.
Posiblemente un hallazgo sin igual
El pasado miércoles, la Fonoteca Nacional publicó una grabación radiofónica en que se parece escuchar la voz de Frida Kahlo recitando un fragmento de «Retrato de Diego», un texto escrito en 1949 para describir a su esposo, Diego Rivera. El gobierno mexicano publicó el hallazgo con cautela, pues si bien hay estudios que parecen indicar que efectivamente, se trata de Frida Kahlo, aún no se ha podido comprobar del todo.
«Es un hallazgo que tiene muchos elementos que pueden identificarse como la probable voz de Frida Kahlo, sin darlo como cierto al 100%» explicó Alejandra Fraustro, secretaria de Cultura.
La grabación permite escuchar que la voz de Frida, de serlo, era una pausada, tranquila y dulce. En el audio, ella describe a su esposo como alguien sagaz y de gran tamaño: «Es un niño grandote, inmenso, de cara amable y mirada triste. Sus ojos saltones, obscuros, inteligentísimos y grandes están difícilmente detenidos, casi fuera de las órbitas por párpados hinchados».
El origen de la grabación se remonta a un programa del locutor Álvaro Gálvez y Fuentes, mejor conocido como «El Bachiller», realizado para la XEW en 1956. Su programa era conocido por conceder entrevistas exclusivas con personajes ampliamente reconocidos como Xavier Villaurrutia, José Revueltas, Alfonso Reyes, Consuelo Velázquez, Sara García y José Luis Borges.
El audio fue descubierto en enero de este año cuando el director de la Fonoteca Nacional, Pável Granados, viajó a Huamantla, Tlaxcala, para reencontrase con el locutor de la XEW, Manuel de la Vega. El locutor aseguraba tener una grabación dónde se podía escuchar a Diego Rivera cantar. Al revisar el audio, Granados, se encontró un fragmento dónde Kahlo recita el fragmento. El indicio principal, dice Pável, es que el mismo Bachiller menciona que se trata de Kahlo: » Uno de los indicios que tenemos es que el mismo Bachiller dice en la grabación que se trata de Frida Kahlo».
Las dudas persisten en su autenticidad
En los últimos meses, la grabación ha sido estudiada y analizada a través de ondas de sonido. Estos estudios han concluido que no se trata de la voz de una locutora profesional, pues toma aire y tiende a «cecear» al hablar, cosa que no pasaría con alguien que trabaja en la locución. Asimismo, se encontró que el audio fue grabado con un dispositivo portátil fuera del estudio de radio. El programa dónde fue transmitido, al parecer fue emitido dos años después de la muerte de Kahlo y unos cuantos antes del fallecimiento de Diego Rivera.
La investigación ha llegado al punto de consultar a aquellos que conocieron a Kahlo y aún viven. Granados, por ejemplo, asegura que Guadalupe Rivera Marín, hija de Diego Rivera, dice reconocer la voz de Frida Kahlo en la grabación. Sin embargo, Esteban Volkov, nieto de Trotsky, dice no estar muy seguro: «¿Es posible recordar una voz después de 60 años de dejar de escucharla?». Carlos Pellicer tiene las mismas dudas: «La edad no me da para recordar si así hablaba Frida».
El programa estaba dedicado a Diego Rivera junto con los relatos de sus amigos y colegas. La grabación es originalmente parte del acervo de la XEW, propiedad de Televisa Radio, que fue entregado a la Fonoteca Nacional para ser resguardado y digitalizado, conservando además el original en carrete abierto.
Frida cerró la cinta con palabras de amor y admiración a Rivera, describiéndolo con cariño y profundo aprecio:
«Viéndolo desnudo se piensa inmediatamente en un niño rana, parado sobre las patas de atrás, sus hombros infantiles, angostos y redondos, terminan en unas manos maravillosas, pequeñas y de fino dibujo, sensibles y sutiles como antenas que comunican con el universo entero. Es asombroso que esas manos hayan servido para pintar tanto y trabajen todavía infatigablemente».