Fox, Peña y Calderón entregaron 1.2 billones a los mismos 52 proveedores
Poco a poco se escapa más información sobre la entrega de contratos millonarios a ciertos proveedores favoritos del gobierno. En prácticamente cada rama de las dependencias mexicanas se han detectado empresas que fueron beneficiadas de forma constantes, algunas de ellas incluso sin tener actividades relacionadas con la operación de los contratos.
Ahora se sabe que las últimas tres presidencias en México tuvieron favoritos en varios sectores. Desde empresas dedicadas a la comunicación, el transporte, distribuidoras, entre otras, los contratos desde el año 2000 se les han acumulado por encima de otros participantes. Esta fórmula parece incluso repetirse en el sexenio de López Obrador, quien ya entregó algunos contratos a la empresa Summa, una distribuidora.
Los grandes favoritos
Estos apoyos constantes a las mismas empresas dejan ver un favoritismo especial que deja en desventaja a sus competidores. Se sabe que el 19% de los contratos de las administraciones de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto fueron a parar a las mismas 52 empresas; todas estas acumularon miles de millones de pesos en 18 años de forma ininterrumpida.
Entre los beneficiados está el Grupo Fármacos Especializados (GFE), el más afortunado de todos. Esta sola empresa acumuló más de 3,220 contratos. Otra de las grandes favoritas del gobierno federal (sin importar el hombre al frente), es Summa, la distribuidora mencionada dos párrafos arriba. Esta empresa fue bastante consentida por el gobierno peñista y la cuarta transformación también la ha empezado a beneficiar.
Summa acumula 12,809 contratos, todos relacionados con la distribución de perecederos.
Más de 6 billones repartidos
Desde que Vicente Fox llegó al poder con la promesa de un cambio radical en el gobierno mexicano, se han celebrado 1.9 millones de contratos con todo tipo de empresas. No olvidemos los casos en donde se le dio dinero a empresas de familiares o amigos, a empresas fantasma, a empresas que trabajan en giros muy distintos a los establecidos o incluso a esas empresas que simularon actividades.
Las 52 empresas favoritas han concentrado 1.2 billones de los más de 6 billones de pesos que ha repartido el gobierno federal a privados. Otro dato interesante revela que el 80% de estos contratos fueron entregados de manera directa, sin dar oportunidad a que se concursara para que el gobierno obtuviera un mejor precio. Esto revela los daños a la democracia que generan las licitaciones directas. Y es que detrás de todo esto hay miles de empresas que fueron apartadas o ignoradas para ofrecer servicios.
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