La justicia mexicana no encuentra a los torturadores de Lydia Cacho
No es un tema simple: se trata de un exgobernador perseguido por acusaciones de tortura. Un caso que tiene años pausado en la justicia mexicana parece que tendrá por fin castigo, después de que una masa de políticos, policías y empresarios se lanzaron en contra de una periodista mexicana por exponer una enorme red de pedofilia.
Lydia Cacho por fin verá castigados a sus abusadores, pero no se sabe en dónde está uno de los responsables más polémicos.
Se trata de Mario Marín, un político priista que ha desaparecido del mapa después de que se girara una orden de aprehensión en su contra. La idea de que el exgobernador de Puebla esté involucrado en un caso de tortura a una periodista mexicana no deja una buena imagen dentro de su partido, que de por sí ya acumula cientos de acusaciones de corrupción. Ahora dentro del priismo aseguran no saben en dónde está Marín.
Ya han pasado más de veinte días desde que se inició la búsqueda del priista y la orden de captura continúa sin efectuarse. Los últimos datos presentados dicen que Marín dejó de conectarse a su teléfono celular justo un día después de que la orden fue girada. La fiscalía mexicana ahora suma a otro exgobernador a su lista de los más buscados. La ausencia digital del poblano es una orden directa de sus abogados, quienes procuran que no sea geolocalizado.
Todos los implicados
Con cuatro órdenes de aprehensión para llevar ante la justicia a los involucrados en la tortura a Lydia Cacho, una periodista mexicana que hace poco recibió un perdón por parte del gobierno de López Obrador por la actitud violenta que se ejerció en su contra. Además de Mario Marín, también se busca al exjefe policiaco Adolfo Karam y al empresario Kamel Nacif. No se sabe en dónde está ninguno de ellos.
Detrás de todo esto está la evidencia de una red de pederastas que operó con protección del gobierno, en especial una protección ejercida por Marín cuando fue gobernador. El priista habría ayudado al empresario Nacif para proceder en contra de la periodista y llevarla a prisión sin un proceso justo iniciado en su contra. Todos los involucrados han negado las acusaciones, alegando que Cacho siempre actuó para perjudicar sus imágenes políticas.
Esta investigación podría llevar a prisión, por primera vez en la historia de México, a un exgobernador por dañar a un periodista. La búsqueda de Mario Marín arranca justo en un escenario en donde han muerto centenares de periodistas mexicanos por exponer redes de corrupción e impunidad en el gobierno mexicano. Lydia Cacho ha exigido a las autoridades que detengan a los responsables de su tortura, un tema que permaneció en la congeladora por dos sexenios.
Con información de Periódico Central.