Kiko Vega no se quiere ir hasta dejar a un amigo en la fiscalía
Detrás de todos los escándalos políticos siempre habrá un funcionario que logre calmar las aguas. Algunos miembros de la élite política mexicana tienen cierta protección de jueces, magistrados o ministros, y otros más han elegido la colocación estratégica de fiscales “carnales” para evitar que se investigue a sus administraciones. El caso de Veracruz y Baja California dejan ver esta tendencia.
En el pasado Enrique Peña Nieto quiso acomodar a un aliado como fiscal nacional. Yunes Linares en el territorio veracruzano logró insertar a un fiscal a su medida para que no escarbara en los derroches y desvíos de su administración. Ahora el gobernador panista de Baja California, Francisco Vega, está buscando exactamente lo mismo. La idea es darle nueve años extra de poder al fiscal actual.
Todo esto embona justo con las campañas electorales para buscar al sucesor de Vega. En la mayoría de encuestas, el partido conservador apenas roza el segundo sitio y los datos muestran un claro favoritismo por Morena. En caso de que esto suceda, el aún gobernador quiere decidir sobre quién será el fiscal para evitar investigaciones profundas sobre las acusaciones de desvíos y endeudamientos en su contra. Recordemos que el panista dejará la deuda más grande en la historia de Baja.
Taparía graves casos de corrupción
El congreso local ya advirtió que la estrategia del gobernador es blindarse antes de salir. Vega no quiere terminar como los exgobernadores de estados vecinos, quienes se encuentran prófugos, escondidos en Estados Unidos o ya se avanza en sus extradiciones. Por lo tanto está pujando para que el fiscal actual permanezca en el cargo al menos hasta 2028. La fracción morenista en el congreso local prepara un plan para cerrar esta opción.
La idea es buscar rápidamente a un perfil independiente que no responda a intereses privados. El tema de los fiscales en México siempre ha sido polémico. Recordemos la forma de operar del fiscal veracruzano, acusado de secuestrar a un opositor. Otros más ha sido ligados a delitos fuertes en el país. En el PAN “están desesperados por nombrar un fiscal carnal que deberá investigar un gobierno que ha sido señalado por posibles actos de corrupción”, dice un diputado local morenista.
El polémico voto unánime
Para lograr su objetivo, Vega deberá pujar para que el congreso vote por la permanencia del fiscal actual al menos nueve años. Esto parece difícil, después de que el panismo perdió la mayoría representativa en la ajustada cámara de diputados de Baja California. La estrategia busca reformar rápidamente la constitución local para que se ratifique en el cargo al fiscal y solamente pueda ser removido de su cargo en caso de voto unánime (una trampa regular en temas legislativos).
Los bajacalifornianos ya están listos para elegir a su nuevo gobernador. Detrás de su decisión puede estar la noticia de que habrán de pagar 120 millones de pesos al mes durante 37 años, todo esto derivado de la grave deuda que deja Francisco Vega en el estado. Recordemos que Baja California es un estado clave para el panismo, y todo indica que están a semanas de perder este territorio histórico, en parte por el desempeño de su actual gobernador.