Fueron 8,700 millones para cuidar a expresidentes mientras la guerra se comía a México | BREAKING

Fueron 8,700 millones para cuidar a expresidentes mientras la guerra se comía a México

- Por

Durante años, el Estado Mayor Presidencial (EMP), hoy extinto, fue el cuerpo de seguridad encargado de proteger a las altas esferas del poder en México. Mientras el EMP cuidaba a los expresidentes, la violencia proveniente de la guerra contra el narcotráfico carcomía lentamente el tejido social mexicano hasta a llegar a niveles no vistos desde el periodo revolucionario.

El fin del millonario Estado Mayor Presidencial

El monto ejercido por el EMP entre 2008 y 2018 asciende a 795 millones de pesos al año, para sumar un total de 8 mil 700 millones de pesos en los 11 años que duró la guerra contra el crimen organizado. El Estado Mayor se encargaba del cuidado y protección del presidente, los expresidentes, sus familias, altos mandatarios y funcionarios del país, así como extranjeros que el ejecutivo considerara que necesitaban protección federal. Lo anterior estaba depuesto en el Artículo 4 del Reglamento del Estado Mayor Presidencial.

Como se mencionó en párrafos anteriores, el EMP ahora es un órgano extinto. Tras estar al servicio de Enrique Peña Nieto por 6 años, el Estado Mayor se despidió del ex primer mandatario con 21 disparos de salva. Días más tarde, Andrés Manuel López Obrador decidió prescindir de sus servicios el 3 de diciembre, en cumplimiento con su promesa de campaña, desapareciendo así, la «guardia personal» de México.

«Tomé esa decisión porque no necesitamos a 8 mil elementos para cuidar de la seguridad del presidente de la República. Voy a tener a 20 ayudantes y me va a cuidar el pueblo de México», dijo López Obrador antes de tomar posesión como presidente en septiembre del 2018. El crecimiento del presupuesto del EMP puede ser apreciado en la siguiente tabla llevada a cabo por el portal Sin Embargo.

 

El regreso de la protección federal a los ex presidentes

La desaparición del EMP también implicó que todos los escoltas adscritos a Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox, fueron retirados y se quedaron si protección federal. Sin embargo, esta protección no tardó en regresar. Después del supuesto arribo de un grupo armado a la vivienda de Vicente Fox en Guanajuato, el presidente López Obrador, dijo que se crearía una «guardia especial» para proteger al exmandatario. El grupo estará conformado de ocho elementos que lo protegerán, dijo el presidente.

Al momento de anunciar la protección para Vicente Fox, dijo que, Felipe Calderón, quien es señalado como quien inició la Guerra contra el Narcotráfico en 2006, también estaba siendo protegido por personal militar. Asimismo, aseguró que en esta ocasión, no se repetirán los excesos presentes en administraciones anteriores para el cuidado de los exmandatarios.

«He instruido al General Luis Crescencio Sandoval González, secretario de la Defensa, para crear una guardia de seguridad que proteja al expresidente Fox y su familia con eficacia, pero sin los excesos que se mantenían antes del cambio de régimen», mencionó obrador el pasado 6 de abril de 2019 al anunciar la protección a Vicente Fox. Cabe destacar que el supuesto comando armado que dijo el expresidente ingresó a su vivienda, se trataba de los guaruras de una persona que asistió a una boda.

Los excesos en tiempos de guerra

A pesar de que México vive una de las peores crisis de inseguridad en su historia, en un país dónde la impunidad llega al 97% y ha habido 34 millones de delitos en un solo año, el Estado mexicano no vio incongruencia en erogar miles de millones de pesos en cuidar a los expresidentes. A modo de una «guardia personal», los exmandatarios recibían cuando menos a 25 empleados para su servicio, el ejército se encargaba de su protección y el estado les pagaba pensión vitalicia, seguro de gastos médicos mayores y aguinaldo.

Los excesos vinieron a raíz de las reformas llevadas a cabo por el gobierno de Vicente Fox en 2004 al Reglamento del Estado Mayor Presidencial. Los cambios modificaron la estructura, organización y funcionamiento del EMP para convertirlo en un órgano técnico militar y una unidad administrativa de la Presidencia de la República. El Estado Mayor incrementó sus atribuciones y de forma sostenida y constante, su presupuesto. Entre 2008 y 2018, el Estado Mayor Presidencial vio su presupuesto incrementarse en un 48% real.

Contrastes presupuestarios y prioridades creadas

En contraparte, programas públicos para la erradicación de la violencia, fueron visto como algo secundario en comparación con el EMP y todo lo que representa. Un ejemplo es el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia (PRONAPRED), que vio reducido su presupuesto entre 2013 y 2018 en un 18%. Un déficit de 2 mil 200 millones de pesos acumulados en dicho periodo, a pesar de ser una de las estrategias más importantes para la prevención de la violencia por parte de la Secretaría de Gobernación.

Otro caso es el de los recursos públicos destinados al Sistema de Seguridad Pública Nacional, que gradualmente fue reduciendo su presupuesto entre 2008 y 2018. En ese periodo el presupuesto asignado vio un déficit acumulado de un punto porcentual, reduciéndose de forma acumulada en 6 millones de pesos.

Asimismo, otros programas si bien no vieron reducciones, si vieron un crecimiento más lento en sus presupuestos en comparación con el EMP. Por ejemplo, el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y el Distrito Federal (FASP) vio incrementar su presupuesto en 18% en 11 años, un crecimiento de 989 millones 500 mil pesos en dicho periodo. Igualmente, el Programa para el Fortalecimiento para la Seguridad (FORTASEG), encargado de la profesionalización de las instituciones de seguridad pública, vio un crecimiento real de 51%, creciendo en 1 mil 300 millones en el mismo periodo.

A pesar del crecimiento en el presupuesto en seguridad pública en general, el país aún tiene grandes deficiencias. Entre 2000 y 2018, el número de crímenes por cada 100 mil habitantes incrementó en 9 puntos porcentuales, es decir, 723 mil 560 crímenes más. Los homicidios aumentaron en un 57%, teniendo como resultado 39 mil 488 casos más acumulados desde hace 18 años. Sólo en el 2018, el crecimiento año con año, fue de 14% comparado con el 2017.