Más de 947,000 mujeres han sido forzadas a casarse en México
Los matrimonios forzados siguen siendo un gran problema en diversas partes del mundo, incluyendo México, donde por tradición y costumbres se siguen propiciando. Por ejemplo, en Tlacoachistlahuaca, Guerrero, hay una tradición de matrimonios arreglados que continúa después de 200 años.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares 2016 (ENDIREH) del Inegi señala que al menos 947 mil mujeres han sido forzadas a casarse en algún punto de su vida, informó méxico.com. Según se detalla en este informe, a 423 mil mujeres las obligaron a casarse porque se habían embarazado, 339 mil padecieron «un robo», es decir, las obligaron a casarse en contra de su voluntad y 185 mil fueron intercambiadas por dinero, bienes o propiedades. En pocas palabras, muchos matrimonios forzados esconden y legitiman el abuso sexual, el secuestro y el tráfico de personas.
Entre algunos casos hay mujeres que casaron y a cambio sus padres recibieron cerveza o guajolotes. En otro caso, tres mujeres fueron vendidas por 2 mil 300 dólares para casarse con desconocidos, en Chiapas una mujer vendió a su hija de 10 años para casarse con un hombre de 60 y a cambio recibió 30 mil pesos. Aunque el fenómeno es nacional, los estados que más reportan matrimonios forzados son Oaxaca, Guerrero e Hidalgo.
Según la encuesta solo 2.7 por ciento de las mujeres mexicanas se casan por este tipo de matrimonios, sin embargo, podrían existir aún más ya que incluso se había normalizado el matrimonio de menores edad. Sin embargo, desde hace unos días ya se aprobó el dictamen para que sea ilegal en todo el país. Una parte importante de los matrimonios de este tipo se da entre menores de 18 años. Hay al menos 6.8 millones de mexicanas que se unieron conyugalmente todavía siendo menores de edad, señaló Juliette Bonnafé, especialista en ONU Mujeres.
Hay cuatro factores de riesgo para vivir una unión forzada. Existen comunidades rurales donde sigue siendo una tradición casarse antes de cumplir la mayoría de edad. Por otro lado, la pobreza y bajo nivel educativo también propician que las mujeres deban casarse a menor edad. Por último, vivir un embarazo adolescente también orilla a muchas mujeres a unirse con alguien por cuestiones sociales y económicas.
Matrimonios entre niñas y adultos provocan violencia y abusos
Otro problema es la cultura patriarcal ya que las mujeres siguen siendo juzgadas socialmente dependiendo del tipo de matrimonio que tengan. Mientras que para los hombres son más importantes sus logros profesionales o académicos, a la mujer se le sigue relegando a cumplir un rol solo como esposa o madre, por lo que muchas de ellas tienen que casarse para cumplir con ese rol social.
Es por esto que las mujeres se enfrentan a diversos problemas, por ejemplo: deben dejar sus estudios para dedicarse al hogar, no tienen independencia ya que económicamente es la figura masculina quien provee el dinero en la casa. Al no concluir sus estudios y no poder trabajar, las mujeres siguen atrapadas en matrimonios que muchas veces pueden ser violentos.
Juliette Bonnafé también enfatizó que las mujeres que se casan con hombres mayores tienen más riesgo de sufrir violencia doméstica, abuso sexual y discriminación. «En general hay una considerable diferencia de edad y de poder. Si ves quién se casó antes de los 18 vas a tener muchísimas más niñas que niños, esto te indica que (las niñas) se casaron con adultos. Imagínate el desequilibrio de poder dentro de un hogar entre una niña y un adulto«, aseveró.
Con información de méxico.com.