El ejército mexicano ya acepta a aspirantes con tatuajes
Pareciera un detalle que no debería considerarse, pero desde su creación el ejército mexicano ha tenido fuertes códigos y estatutos para permitir el ingreso de nuevos reclutas. Una de las constantes era la imagen de los interesados en formar parte de las fuerzas armadas nacionales, en donde eran rechazados inmediatamente en caso de contar con algún tatuaje en sus cuerpos.
Esta medida de rechazo acaba de ser eliminada por la Sedena para permitir que cualquier persona tatuada pueda ser parte de las fuerzas armadas nacionales (siempre y cuando cumple con el resto de los requisitos). Esta nueva medida forma parte de los cambios en el ejército mexicano, en donde se busca no intervenir en asuntos o decisiones personales de los uniformados sobre su cuerpo.
Todo se basa en un principio de no discriminación, lo que ha dejado fuera del ejército a miles de mexicanos interesados que perdieron la oportunidad de ser soldados por el hecho de portar algún tatuaje en la piel. Actualmente la Sedena está liderada por el general Cresencio Sandoval, en donde se empiezan a generar avances en las formas para reclutar nuevos soldados (justo cuando está vigente la convocatoria para la guardia nacional).
La Sedena informa que “con el fin de que este instituto armado se encuentre acorde con la actualidad de la sociedad mexicana, apegándose al principio de la no discriminación, hago de su conocimiento que a partir de la fecha 18 de marzo, se autoriza el ingreso a dichas Fuerzas Armadas de personal civil que cuenten con tatuajes”. Esto representaría el primer avance para una apertura en el reclutamiento militar mexicano.
Pero esta decisión no es completamente abierta. La Sedena ha diseñado también ciertos parámetros para definir qué tatuajes son aptos en sus próximos elementos y cuáles están descartados. En principio, no se permitirá ninguno que haga apología a la violencia o a algún grupo criminal, nacional o extranjero. Además, se han fijado medidas límites: diez por diez centímetros máximo. Otra de las medidas es que no estén presenten en cara, cuello, brazos o manos.
Lo que no ha quedado claro es si los soldados en activo podrán realizarse tatuajes después de esta apertura en el proceso de selección. Además, en el caso de los interesados que tengan más de un tatuaje en su cuerpo (en las zonas permitidas) se revisará que no sea más del 10% de su cuerpo el que esté cubierto por tinta. La idea, al parecer, es acercar a más jóvenes mexicanos a que se unan a la guardia nacional del gobierno de López Obrador.