20 cadáveres tapaban un ducto de aguas negras en Jalisco
El estado de Jalisco es el marco de un nuevo hallazgo macabro, como si se tratara de la escena de una narcoserie, en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos una llamada anónima reportó sospechosas bolsas de plástico que obstruían el canal de aguas negras del poblado.
Al llegar al poblado el personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses determinó que se trataban de 20 cuerpos, de los cuales se supo después, 19 eran de hombres y uno de mujer.
En rueda de prensa, previa a la conclusión de trabajos de extracción, el fiscal general del Estado, Gerardo Octavio Solís Gómez, reconoció que detrás de este hecho podría estar el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Las suposiciones del fiscal se fundamentan en condiciones en las que fueron embalados los cadáveres, este hallazgo tendría relación con otro similar, también en un afluente, pero en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, de donde se extrajeron seis cuerpos.
Los casos coinciden dado que todas las víctimas que fueron arrojadas al canal en bolsas de plástico negras, estaban maniatadas con alambre, y encintadas.
Además, el fiscal general reveló las edades de las víctimas, que oscilaban entre los 20 a 50 años. Según las necropcias perdieron la vida por arma de fuego, contundentes o estrangulados. También se informó que la evolución cadavérica de las víctimas varía desde los dos a 21 días.
Víctimas con antecedentes
Aunque el hallazgo sucedió el pasado jueves, fue hasta el sábado 16 de marzo que el personal ministerial y forense de Jalisco constató la identidad de dos de los 20 cuerpos.
Inicialmente habías sido encontrados 19 cadáveres , de los cuales uno correspondió a una mujer, sin embargo, por la tarde del viernes concluyó la búsqueda de más cuerpos, siendo localizado uno más debajo del puente conocido como ‘El Capulín’.
Uno de los cadáveres corresponde a una persona originaria de Sinaloa, quien contaba con antecedentes penales, de acuerdo a los registros de huellas dactilares.
En lo que toca al otro finado, fue identificado por un tatuaje en el tobillo, y estaba reportado como desaparecido desde el pasado 25 de febrero. Tenía 35 años de edad y era vecino de Ixtlahuacán de los Membrillos.
Del total de cuerpos recuperados del afluente que conecta con el río Santiago, solo en 10 de ellos se pudo hacer la toma de huellas digitales. El resto deberá ser identificado mediante el cotejo de exámenes de ADN debido al avanzado estado de descomposición.