5,000 pobres detenidos por robar comida quedarían en libertad
En México es una realidad que aún se detenga y dicte sentencia de hasta 10 años a personas pobres que robaron para alimentarse. A esta práctica se le ha castigado durante toda la historia judicial en el planeta y en nuestro país recibe el nombre de hurto famélico, en donde una persona tiene que robar algo para poder surtir sus necesidades alimentarias más básicas. Los gobiernos mexicanos han minimizado el tema y hay cerca de 5,000 personas en prisión por este delito.
Lo cierto es que muchas de ellas no tuvieron otra alternativa más que hurtar un poco de comida de restaurantes, tiendas de servicios, mercados o plazas comerciales para alimentarse. Para ellos se preparan revisiones de caso buscando liberar a quienes no tuvieron otra alternativa por su condición de pobreza extrema. En la Suprema Corte se ha llamado a revisar cada caso para dar una nueva solución a estos casos de personas presas por robar para comer.
Las penas van desde exhibición de su rostro, hasta detenciones por algunas horas. Los casos más extremos son de hasta diez años en prisión por robar un poco de comida. La intención del poder judicial es revisar estos delitos de pequeños hurtos de alimento de la misma forma en la que actualmente se revisa el delito de legítima defensa. Todo esto con la intención de revisar qué originó el robo y si es que merece un perdón inmediato o un menor castigo.
En un país en donde cada vez hay más personas en pobreza extrema, estas nuevas visiones para castigar el hurto famélico podrían dejar en libertad a miles de mexicanos que solamente querían una comida para aliviar el hambre. Lo cierto es que se han criminalizado este tipo de hurtos al grado de ignorar la versión de las personas que han robado alimentos. Si existiera un grado de “necesidad justificante”, la persona podría ser liberada.
“Son causas de justificación: el consentimiento presunto, la legítima defensa, el estado de necesidad justificante, el ejercicio de un derecho y el cumplimiento de un deber, o son causas de inculpabilidad: el error de prohibición invencible, el estado de necesidad disculpante y la inimputabilidad” dice un documento presentado por diputados de Movimiento Ciudadano. Ponen como ejemplo una persona que robó alimentos con valor de 105 pesos y tiene ahora una pena de seis meses en prisión, con fianza de más de 4 mil pesos.
El exceso ha llegado al punto de meter a prisión por un mes completo a una persona de escasos recursos con discapacidad por haber hurtado dos manzanas y un refresco para alimentarse. El robo no sumó más de 21 pesos y aún así la ley lo mantuvo en prisión durante más de 30 días. Detrás de todo esto están las declaraciones de los afectados, que ignorando las circunstancias del robo han colaborado para que sean detenidos y apresados.
La ley mexicana es un poco confusa sobre el tema. Se puede conceder ciertas garantías si el robo se hace sin violencia, engaño o amenaza, además de que el monto robado sea suficiente para alimentar a una familia (no más). La propuestas indica que sean perdonadas las personas que realicen estos hurtos sin tener antecedentes penales, que no repitan este tipo de acto ilegal y que se pueda comprobar que lo robado solamente era para consumo de ellos o sus familiares. Esto sacaría de prisión a 5,000 personas encerradas por tener hambre.
México tiene 53 millones de pobres que han sido ignorados por programas sociales y gobiernos federales o estatales. Los altos índices de pobreza también han generado más robos, violencia e inseguridad en varios zonas del país. El hurto para alimentarse también ha ido en aumento y una solución legal para considerar la versión de los detenidos podría humanizar un poco más el problema.