Manuel Velasco quiere ser el secretario de Gobierno de AMLO
Ha pasado ya tiempo desde que el exgobernador del estado más pobre del país terminó su mandato. Manuel Velasco no pierde ninguna oportunidad y ha evitado lo más posible su regreso al puesto de senador federal para aspirar al segundo cargo político más importante en México. El chiapaneco quiere aprovechar su cercanía con López Obrador para ingresar de lleno a su gabinete, una de las decisiones más arriesgadas de su carrera.
Velasco fue el primer gobernador del partido Verde en la historia. Con una apertura para acercarse a todos los partidos, el exgobernador chiapaneco mantuvo un buen diálogo con Enrique Peña Nieto y durante las campañas presidenciales mostró una apertura total con López Obrador. Su abuelo apoyó abiertamente al entonces candidato tabasqueño y una vez que ganó las elecciones, Velasco recibió al actual presidente en señal clara de apertura.
El puesto que busca el exgobernador verde no es menor. Velasco quiere la secretaría de gobernación y está dispuesto a muchas cosas para conseguirlo. La idea de ocupar esta vacante no es nueva, mucho menos después de que Olga Sánchez, la actual mujer en el cargo, ha mostrado algunas flaquezas. Primero se rumora que ha presentado dos veces su renuncia al presidente, al parecer por problemas físicos para mantener un ritmo de trabajo tan acelerado como el que le gusta a López Obrador. En segunda, el tema de su departamento millonario en Estados Unidos ha lesionado levemente su imagen.
Recordemos que Olga Sánchez es una exministra mexicana y que se mantuvo en este puesto cuando los líderes del poder judicial percibían salarios increíbles. Por lo tanto, su estilo de vida y propiedades distan mucho de las de López Obrador o algunos jóvenes colegas en el gabinete presidencial. Manuel Velasco está consciente de todo esto y ya trabaja con su equipo más cercano para conseguir una de las vacantes más valiosas de la política mexicana.
Pero no es sencillo insertarse por capricho en el gabinete de izquierda. López Obrador ha seleccionado con lupa este tipo de cargos y desde inicios de su campaña se decidió por Olga Sánchez por su agenda progresista. El hecho de que haya sido una ministra también le sumó bastante puntos y popularidad, algo que Manuel Velasco necesita y no tiene. Como gobernador de Chiapas, el hombre de peinado perfecto no logró levantar a uno de los estados más golpeados por la pobreza. Además, en el territorio sureño se le reclama su dejo opresor con las comunidades indígenas chiapanecas.
Lo cierto es que el gabinete de López Obrador ha cedido más y menos poder a ciertos cargos. Mientras Olga Sánchez empezó su agenda brillando con propuestas como la despenalización total de la marihuana y el aborto legal, poco a poco ha ido perdiendo foco ante otros colegas del gabinete como Jiménez Espriú, Luisa Alcalde o Rocío Nahle, la gran vocera de los avances energéticos en el país. Por lo que el chiapaneco quiere acercarse lo más posible al presidente para ser considerado como el sucesor de Olga.
Pero no parece viable que Velasco se haga con un puesto tan importante. En principio porque a López Obrador no le conviene un cambio de secretarios a menos de tres meses de iniciada su presidencial. Y es que no se trata de un cargo menos, estamos hablando de la secretaría de gobernación, el equivalente a un vicepresidente. Por lo que la imagen que deja Manuel Velasco después de su gubernatura no parece la más apta para un cargo tan observado y cercano a un hombre que durante años criticó a políticos de la línea de Velasco.
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