Jueces reciben bono de 18,000 pesos «para alimentos»
La austeridad es una medida que pudo enfurecer pero no quitarle el sueño al poder judicial. Después de miles de amparos y una inédita presentación pública para exigir que se respetara su sueldo, los jueces, magistrados y ministros mexicanos lograron que los recortes salariales del presidente no tocaran sus quincenas. Ante este escenario de rechazo a la austeridad, el poder judicial no quedó bien parado ante el público pero parece no importarles.
A dos meses de iniciado el gobierno de López Obrador, los jueces mexicanos han ignorado por completo las intenciones del federal por ahorrar recursos y se acaba de aprobar un bono por “gastos de alimentos” de 17,979 pesos. Se trata de un bono ya tradicional en el poder judicial que les permite realizar compras, ir a comidas y pagar en lugares exclusivos siempre y cuando se presenten las facturas de lo consumido sin comprar bebidas alcohólicas.
Este bono se suma a las ya enormes prestaciones que mantiene los jueces estatales y federales. Muchos de ellos aún mantienen sus amparos vigentes para evitar que los recortes salariales reduzcan sus ingresos a 108,000 pesos mensuales. Y es que persiste el conflicto con el poder ejecutivo por atreverse a condenar los excesos y abusos del poder judicial, en donde reina el derroche y el nepotismo. Para suavizar el conflicto, los once ministros de la Suprema Corte renunciaron al 25% de sus salarios.
Entre los bonos que reciben anualmente los jueces y magistrados está un servicio médico de lujo, transporte especial, seguridad privada y gastos de alimentos. El año pasado, los jueces recibieron un bono por alimentos por 17,152 pesos, es decir, menos de 800 pesos respecto a la cifra que recibirán este año. La medida y el aumento dejan ver que el poder judicial no tiene ni una sola intención por seguir las recomendaciones de austeridad de López Obrador.
El bono también les será entregado a magistrados de circuito y visitadores judiciales. Lo cierto es que desde el gobierno de López Obrador se dejó de presionar para reducir bonos y salarios en el poder judicial después de las miles de quejas que mencionaban que el presidente no puede decidir cuánto se gana en otro de los poderes de la unión. Los esfuerzos del obradorismo por insertar austeridad también enfurecieron al INE, varias comisiones y a Derechos Humanos, en donde su titular ganaba 170 mil pesos mensuales.
Hasta el momento, el presidente mexicano no ha emitido declaraciones por estos bonos judiciales. Lo cierto es que ha señalado en varias ocasiones que es hipócrita estar ganando sueldos mayores al suyo en el servicio público, por lo que se sigue invitando a que estas personas beneficiadas reconcideren y decidan bajarse el sueldo hasta el tope salarial de 3,600 pesos diarios.