Francisco menosprecia y niega poder a las mujeres en su iglesia
El líder católico argentino tiene poco días para debatir con las autoridades de su iglesia el escándalo de violaciones a menores de edad por parte de sacerdotes. Pero en los diálogos que se han generado en el encuentro internacional de autoridades católicas no ha habido demasiado avance en el tema de apertura. Para Francisco, no hay ninguna sola posibilidad de que las mujeres tengan algún poder en la iglesia católica (dicho estu justo después de las protestas de monjas que han sido violadas por sacerdotes).
Lo que podía ser la gran apertura de la iglesia católica ante la defensa de los derechos humanos se ha traducido solamente en menosprecios a la figura femenina. Condenadas a ser solamente monjas, esta iglesia no ofrece ninguna posibilidad de apertura para que ellas puedan obtener algún cargo de más importancia en el catolicismo.
El Papa no solamente cerró la puerta, también criticó la unidad entre mujeres: «todo feminismo acaba siendo un machismo con falda. No se trata de dar más funciones a la mujer en la Iglesia”, dijo, asegurando que se contemplará nuevamente el papel de la mujer en el pensamiento de los jerarcas de la iglesia, pero nada más. Esta fue una respuesta bastante fuerte a las inquietudes de Linda Ghisoni, una experta en derecho canónico que aboga por más apertura jerárquica del catolicismo con la mujer.
Antes de estos comentarios, Ghisoni criticó duramente el papel de los hombres de la iglesia católica que han abusado sexualmente de niños y mujeres. La experta en derecho canónico ha abogado para implementar castigos legales mucho más duros a los violadores culpables. Recordemos que gran parte de los escándalos apuntan a la protección interna que la iglesia ha tenido con los responsables de estos abusos sexuales. El argentino respondió con agradecimiento pero sin informar sobre algún cambio trascendente desde lo legal para castigar a curas pederastas.
Pero Ghisoni no fue la única. También se pronunciaron autoridades católicas de países como Nueva Zelanda, Australia, Irlanda y Estados Unidos, en donde más duramente se ha estado castigando a pederastas de la iglesia católica. La llamada de estos actores religiosos es la de crear comités de vigilancia, en donde se pueda alertar, ubicar e identificar los casos de abuso en cada país en donde tenga presencia el catolicismo. La otra gran petición es que los curas responsables reciban una expulsión automática de la iglesia católica (la única oferta que abiertamente ha apoyado Francisco).
La iglesia católica está analizando si mantiene sus silencios tradicionales o se lanza de lleno en contra de los sacerdotes pederastas. El Papa ha intentado conciliar el tema aplicando diplomacia, pero sus comentarios son cada vez más hirientes para las víctimas: en principio culpó al diablo por los abusos sexuales a menores y después llamó a la homosexualidad “una moda” de los tiempos actuales. En su nueva avanzada contra el feminismo, Francisco deja claro que no pretende abrir demasiado a su iglesia.
Estas posturas ya han levantado críticas incluso desde dentro de la iglesia católica. Algunos ya solicitan la llegada de un nuevo Papa, pero no olvidemos que el cargo es vitalicio y solamente se puede terminar un cargo papal si el líder de la iglesia así lo decide. Francisco continúa defendiendo el secretismo vaticano ante los escándalos y se ha limitado a condenar en lo general a los pederastas, sin mencionar nombres o iniciar investigaciones internas. Mientras esto sucede, cada vez más personas denuncian los abusos de los sacerdotes esparcidos por el mundo.