Alto mando militar en México compró software para espiar rivales
Conforme pasan los días de la administración que encabeza el presidente López Obrador, se van ventilando uno a uno los casos de corrupción y desvío de recursos en los sexenios anteriores.
Entre los casos que el presidente ha señalado como prioritarios se encuentra el espionaje y la intervención del Gobierno en distintas áreas de la vida pública nacional. El más conocido fue el vínculo de la administración de Enrique Peña Nieto para realizar espionaje con la empresa italiana The Hacking Team.
Gracias al hackeo que sufrió la empresa italiana en 2015, se pudo obtener información de los contratos que realizó The Hacking Team en el sexenio de Peña Nieto, los cuales descubrieron a un nuevo protagonista.
El general brigadier Eduardo León Trauwitz, investigado oficialmente por su presunto involucramiento en el robo de combustibles, fue quien negoció la compra del malware Da Vinci, un sistema de espionaje para Petróleos Mexicanos (PEMEX) por 1.1 millones de dólares.
El programa Da Vinci es conocido por su efectividad para robar información, datos, imágenes, audios y archivos de teléfonos móviles, así como de computadoras. Este sistema tiene las mismas características que Pegasus, fabricado por la empresa israelí NSO.
Aunque en 2015 se filtró mucha información, lo que no se sabía hasta ahora es que la operación para traer Da Vinci a PEMEX sí se concretó. Hacking Team activó los permisos e inició planes de capacitación una vez que se completó el pago, según consta en los más de 25 correos electrónicos localizados por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) en la plataforma WikiLeaks.
Todo inició en 2013
En noviembre del 2013, ejecutivos de Hacking Team y de sus filiales en México, Grupo Kabat y SYM Servicios, invitaron al General León Trauwitz y al mayor Carlos Javier Álvarez Cárdenas –quien también está siendo investigado por robo de combustibles, de acuerdo con reportes periodísticos– a la feria mundial de armamento y espionaje Milipol que se celebra anualmente en París, a donde acuden los fabricantes más grandes del mundo.
Ambos militares recibieron trato VIP y se contempló la posibilidad de llevarlos al legendario cabaret parisino Crazy Horse. En los correos no hay pruebas de que eso haya ocurrido, sin embargo, la visita estaba entre los planes para convencerlos de firmar el contrato.
En enero del 2013 —10 meses antes del viaje a París– León Trauwitz y Álvarez Cárdenas fueron nombrados gerente y superintendente, respectivamente, de los servicios de seguridad física de PEMEX.
Tiempo después, en abril del 2014, esa área se transformó en la Subdirección de Salvaguardia Estratégica (SSE). Bajo el mando de ambos estuvieron 2 mil 500 soldados.
El malware espía llegó a PEMEX en enero del 2015 cuando el director era Emilio Lozoya. A pesar de ello, la ordeña de ductos se cuadriplicó en los siguientes cuatro años. Hasta octubre del 2018, se detectaron 12 mil 581 tomas clandestinas, mientras que en el mismo mes, pero en 2015 fueron 4 mil 125.
Consultado sobre esta operación, Alejandro Hope, analista en políticas y estadísticas de seguridad, dijo que PEMEX no puede comprar este tipo de sistemas y menos aún usarlos.
“Solamente la Fiscalía General de la República, el CISEN y la Policía Federal pueden adquirir estos sistemas, y en los estados las Procuradurías o Fiscalías”, puntualizó.