El mando civil de la Guardia Nacional solo será administrativo
Los días claves han llegado para la nueva estrategia de seguridad en México. Después de doce años de acción bélica en contra de los grupos criminales, el presidente López Obrador propone un cambio de personajes en la batalla armada en contra del narcotráfico y otras actividades ilícitas. Seguro de que la policía federal está plagada de corrupción, el tabasqueño quiere ya el arranque de una guardia nacional.
El gran problema de esta fuerza armada que empezará con 50,000 elementos es que será de corte militar. Para el presidente mexicano es necesario que las fuerzas armadas entrenen y tengan el mando de esta guardia nacional, a pesar de las advertencias de organizaciones y entes nacionales e internacionales. Para evitar más polémica, hace poco se prometió que la guardia tendría un mando civil, algo que ahora solamente se usará para el mando administrativo.
Entonces, a pocas horas de ser discutida y votada por los diputados mexicanos, se reafirma que el mando operativo de esta nueva guardia será totalmente militar. El presidente y su equipo de trabajo continúan ignorando las advertencias de ataques a derechos humanos por parte de las fuerzas armadas en el pasado. López Obrador ha prometido que durante su gobierno jamás se dará la orden de que esta guardia o los militares repriman al pueblo.
Ante estas declaraciones, la morenista Tatiana Clouthier cuestiona qué pasará cuando esta guardia de mando militar caiga en las manos de algún nuevo presidente represor, después de la era obradorista. Recordemos que después de apertura por parte del gobierno nacional, se hicieron mesas de discusión sobre una guardia que pudo haber sido aprobada desde diciembre del 2018. Ahora, después de semanas de diálogo, se retoma la idea de un mando operativo totalmente militar.
La oferta de Alfonso Durazo, el arquitecto de esta guardia nacional, es que el mando militar pase a ser totalmente civil en un plazo de cinco años, no menos. La intención, aseguran, es generar de inmediato una estrategia sólida en contra del crimen organizado en México. Para estos días, los más de 500 diputados mexicanos de la 64 legislatura estarán votando a favor o en contra de esta nueva avanzada armada que propone López Obrador para acabar con el caos de violencia en todo el mapa nacional.
La intenciones de los colectivos, activistas y grupos dedicados a la protección de los derechos humanos es que los militares no tengan el control total de esta guardia nacional que parece inevitable. Recordemos que el partido del presidente tiene mayoría total en la cámara de diputados, en donde hay pocos diputados morenistas que ven con preocupación la creación de esta fuerza armada.
La guardia nacional estaría conformada por jóvenes mexicanos, pero entrenados, reclutados, adiestrados, organizados, capacitados, educados, evaluados y observados por mando militares, ya no civiles. Que el mando civil de la guardia sea solamente administrativa permite que permanezca la preocupación por su actuar ante situaciones delicadas en el país.