El bosque que podría desaparecer por la voracidad inmobiliaria
A un mes de la salida de Eruviel Ávila de la gubernatura del Estado de México, los hermanos Funtanet Mange, los cuales guardan cercanía con el Grupo Atlacomulco, se hiceron de los permisos para la explotación de un bosque de encinos en la entidad. El terreno dónde habitan 186 mil 504 árboles, sería sustituído por 20 mil viviendas en un mega proyecto inmobiliario llamado «Bosque Diamante» en el municipio de Jilotzingo.
Irregularidades y conexiones políticas en Bosque Diamante.
Una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, expuso el tráfico de influencias que existió en la construcción del desarrollo Bosque Diamante, de los hermanos Funtanet. A continuación. Y es que la autorización para la explotación de las tierras fue emitida a penas el pasado 1 de octubre de 2018. De forma discreta, maquinaria y hombres entraron a las tierras para iniciar la tala de miles de árboles en el camino Espíritu Santo-Chiluca. La empresa a cargo de la construcción del Complejo se denomina Bosque Avivia 58 y en los documentos aparece como Grupo Avivia. Los accionistas son Ricardo y Fransisco Javier Funtanet Mange, empresarios mexiquenses.
Los hermanos Funtanet Mange han colaborado en la política a través de Francisco Javier, quien fuera Secretaria de Desarrollo Económico en el gobierno de Arturo Montiel y posteriormente, diputado local durante la administración de Enrique Peña Nieto. Irónicamente, a su cargo estuvo la Comisión de Protección Ambiental del Congreso del Estado de México.
Y es que el permiso para la explotación del bosque se obtuvo gracias a que el Presidente Municipal de Jilotzingo realizo el cambio de uso de suelo del lugar, a través de un proceso oscuro y dónde no se respetaron los requisitos mínimos indispensables. De igual manera, la Semarnat, otorgó el cambio de uso de terrenos forestales, contradiciendo su propio dictamen dónde consideraba inviable el proyecto por fragmentar el ecosistema del bosque. El proyecto fue rechazado de igual manera por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
A todo lo anterior se suma que el proyecto será conectado a través de una salida directa a la autopista, la misma que está siendo construida por el gobierno estatal. Esta salida conectará directamente Atizapan con Atlacomulco, de dónde son originarias las élites priistas mexiquenses.
La conexión carretera también uniría dos desarrollos llevados a cabo por los hermanos Funtanet: Bosque Esmeralda y Bosque Real, a 10 y 30 minutos de Bosque Diamante, respectivamente. La zona dónde se construye el desarrollo ocupa una extensión de 236 hectáreas y es parte del área de recarga acuífera del Valle de México y del Valle de Toluca.
El bosque que podría dejar de ser.
El 82 por ciento del municipio de Jilotzingo es considerado un área natural protegida, pues en él, convergen el Parque Estatal Otomí-Mexica (que abarca dieciséis municipios) y la Reserva Ecológica Estatal Espíritu Santo de 234 hectáreas de extensión. A su vez, es una cuenca hidrológica de suma importancia y forma parte de las regiones del Pánuco y el Río Lerma, ambos, indispensables para el abastecimiento de aguas para el municipio de Naucalpan, Estado de México.
El Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Jilotzingo, describe al lugar como uno abundante en agua, uno con riqueza hidrológica y como fuente de abastecimiento para los Valles de México y Toluca. Es descrito de la siguiente manera: «Jilotzingo se ubica en la zona denominada Monte Alto, desde donde los escurrimientos generados por esta área de recarga acuífera abastecen tanto el Valle de México como al de Toluca, lo que hacen que por su naturaleza, el municipio cuente con una riqueza hidrológica.»
El expresidente municipal de Jilotzingo para el periodo 1991-1993, Rubén Mayén, indicó que la zona pertenece a las dos principales cuencas hidrológicas del Valle de México, por lo que cualquier afectación a la zona, repercute en todo el valle. Resaltó que sus bosques aportan oxígeno, agua y contribuyen a absorber el dióxido de carbono de la Zona Metropolitana.
Regresando al Plan Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU), este menciona que es inviable la construcción de complejos urbanos, pues la zona es hábitat de más de 30 especies, y es preferible optar por desarrollos enfocados al ecoturismo, turismo de aventura y/o rural. A pesar de esto, 236 hectáreas podrían ser urbanizadas. Aún así las autoridades otorgaron los permisos, a sabiendas de lo que esto implica. El daño en el hábitat del bosque podría ser irreparable.
Bosque Diamante contempla la construcción de 20 mil viviendas de nivel medio de las cuales 4 mil 510 serán de tipo horizontal y unifamiliar mientras que las 15 490 restantes, serán concentradas en condominios de tipo vertical. Las horizontales podrían tener hasta tres niveles y 100 metros cuadrados de extensión, mientras que las verticales, hasta 10 niveles y 60 metros cuadrados por cada condominio.
Facultades atribuídas y el cambio de uso de suelo.
La empresa Bosque Avivia S.A de C.V. fue constituída en mayo de 2016, el mismo mes en que Eirck Javier Olivares llegó a la presidencia municipal de Jilotzingo, después de que su antecesor, Juan Antonio Mayén, fuera asesinado junto con sus escoltas, apenas cuatro meses después llegar al cargo.
Javier Olivares se aprovechó de la Reforma de 2014 a los municipios, que le permite al Estado de México transferirle, ciertas atribuciones a estos. De esta manera, autorizó el cambio de uso de suelo, gracias a que fue aprobada la transferencia de atribuciones el 9 de junio de 2013 por la Secretaría de Desarrollo Urbano, a cargo de José Alfredo Torres Martínez. Sin embargo, esto no significa que las autorizaciones no tengan que pasar por el cabildo o que no se requieran dictámenes. Aun así, firmó la autorización a dos meses de haber llegado al cargo, en julio de 2016.
Chávez prácticamente omitió al cabildo y otorgo un uso de suelo que no existe en el PMDU y que aunque este fuera modificado (el Plan), no podría haberse autorizado lo que se autorizó. El PMDU establece desde 2011 que solo 18 hectáreas adicionales son susceptibles a urbanización y con una densidad de 20 viviendas por hectáreas. El proyecto de los Funtanet contempla 236 hectáreas y 100 viviendas por hectárea.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad solicitó al municipio, la información referente al cambio de densidad en los predios afectados. La autoridad de Jilotzingo consideró que no era necesario emitir un dictamen de impacto regional para el proyecto, a pesar de que es obligatorio para los proyectos que contemplen más de 60 viviendas. En 2017 volvieron a emitir una opinión favorable para el desarrollo a través de la Dirección de Desarrollo Urbano, contraviniendo el Código Administrativo del Estado de México, que establece que la autoridad competente para emitir la opinión es la Comisión de Planeación para el Desarrollo Municipal.
Incosistencias en la autorización de la Semarnat.
Siete meses después, los hermanos Funtanet obtendrían los permisos federales para el inicio formal del proyecto. El primer permiso, a través de la Semarnat, en ese momento, a cargo de Rafael Pacchiano, quien autorizó el proyecto con supuestas «condiciones», cinco meses después de la creación de la empresa Bosque Avivia 58. Posteriormente, en 2016, obtendrían el permiso a través de otra Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) sin restricciones, únicamente pagarían una compensación de 21 millones 947 mil 77 pesos por un proyecto valuado en 10 mil 200 millones de pesos. De igual manera, «se comprometerían» a reforestar 237 hectáreas en el Parque del Nevado de Toluca, municipio de Zinacantepec, a 74 kilómetros de Jilotzingo.
Semarnat autorizó el desarrollo a pesar de que constaba en documentos, las alertas que se generaron durante el análisis de la Manifestación. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Ecología menciona como «muy crítico» el lugar dónde se asentaría el proyecto, por lo que se debería optar por un aprovechamiento sustentable que busque la protección, preservación y restauración de la zona. El Instituto dictaminó que el desarrollo «no es viable, ya que técnicamente habría una fragmentación de los ecosistemas existentes, y por ende, la pérdida de la biodiversidad del lugar».
Y es que la MIA presentada por los Funtanet no menciona siquiera, la colindancia con la Reserva Natural Espíritu Santo, ni el Parque Estatal Otomí-Mexica. A estas irregularidades se suma que la Semarnat, pidió al alcalde Mayén Saucedo, cuatro meses después de morir, que el municipio diera su opinión sobre la MIA. La Semarnat emitió la autorización sin haber recibido los dictámenes de la Conagua del Estado de México, la Conabio, ni de la Presidencia Municipal de Jilotzingo.
Sin embargo, la Conabio dice sí haber emitido su opinión técnica (OT) en tiempo y forma, de acuerdo con documentos en posesión de MCCI. Sin embargo, el oficio DFMARNAT/6624/2016 menciona que no se recibió dicha opinión. Esto no tiene sentido si se toma en cuenta que la Conabio emitió su opinión dos meses y tres días antes de la emisión de la MIA. La OT emitida por la Conabio mencionaba que no es viable construir el desarrollo pues incrementaría la presión sobre los recursos de la zona y agravaría los problemas ambientales de la zona derivados de la urbanización.
Ya en Julio de 2017, los hermanos Funtanet ya habían obtenido los permisos necesarios: el visto bueno de la Conagua, la autorización de la Secretaría de Desarrollo Urbano del Estado de México. La autorización definitiva por parte del gobierno del stado fue emitida el 1 de agosto de 2017, un mes antes de que Eruviel Ávila dejara la gubernatura.
Los hermanos Fontanet
Los hermanos Francisco Javier, Ricardo y Pablo Funtanet han amasado un imperio inmobiliario a espaldas de sus nexos políticos en el Estado de México. El encargado de las conexiones políticas es Francisco Javier, mientras que Ricardo y Pablo se encargan de construir los complejos inmobiliarios. Nada más en el Estado de México, cuentan con doce conjuntos habitacionales.
La carrera política de Francisco Javier Funtanet inicia en 1999 cuando laboró para Arturo Montiel como su secretario de Desarrollo Económico y posteriormente a partir de 2004, su Enlace Institucional. Ya con Peña Nieto como gobernador, fue diputado por el Verde en la LII Legislatura del Estado de México, presidiendo la Comisión de Protección Ambiental. En 2012 se retiraría de la política y se convertiría en el líder de la Concamin. Posteriormetne en 2015, intentería llegar al Congreso de la Unión como diputado federal por el Verde, pero no lograría tener éxito.
Desde 1995, los Funtanet han logrado obtener permisos y autorizaciones para desarrollos en los municipios de Ecatepec, Huehuetoca, Huixquilucan, Atizapán, Nicolás Romero, Coacalco y Almoloya de Juárez. En diversas fotografías, se puede apreciar a los Funtanet con una variedad de políticos priistas, e incluso del expresidente, Enrique Peña Nieto.
Varios de los proyectos de los Funtanet se han visto envueltos en la polémica, como el caso del desarrollo de Lomas de San Francisco, que el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez documentó que los complejos fueron construidos con materiales de pésima calidad, vicios ocultos y una cimentación deficiente. Más de 45 mil personas han sido violentadas en sus derechos humanos al impedir el acceso a la justicia por parte de las autoridades mexiquenses. Los terrenos dónde se construyó el desarrollo no eran los adecuados ni se adecuaron correctamente, no se respetó el proyecto original y las áreas carecen de servicios suficientes.
En total, los Funtanet son propietarios de seis empresas inmobiliarias: Residencial Atizapán, Impulsora San Bartolo, Consorcio Inmobiliario Lomas, Profusa, Inmobiliaria Colinas del Lago e Impulsora Ecatepec. El desarrollo de Bosque Esmeralda, a unos cuantos minutos de Bosque Diamante, también ha recibido quejas por la calidad del desarrollo. La tala en los terrenos de Bosque Diamante ya empezó y de manera discrecional y desordenada.
La información completa sobre el desarrollo Bosque Diamante, puede ser consultada en la investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad denominada «Un Bosque Bajo el Asedio Inmobiliario».