La Unión Europea pide libre acceso a la ciencia
Basados en la idea de que el acceso a la ciencia debe ser libre, gratuito y universal, un grupo de 1,400 científicos de la Unión Europea (UE) firmaron una carta que solicita el acceso libre a las investigaciones para el público en general.
La propuesta aborda que las investigaciones financiadas con dinero público se publiquen únicamente en revistas y plataformas que permitan el libre acceso a partir de enero de 2020.
Dicha estrategia recibió el nombre de Plan S, por sus siglas en inglés y aboga porque todas las personas interesadas puedan leer las investigaciones, sin la necesidad de contar con una suscripción a una revista científica.
Libre acceso a investigaciones
La petición, dada a conocer el pasado 28 de noviembre está teniendo eco en toda Europa, pues cuenta con el apoyo de 16 agencias de investigación y con el éxito probado en Alemania, donde ya funciona una política similar para las investigaciones públicas.
“La única forma de lograr el acceso abierto y universal a la literatura científica es que los financiadores de la investigación lo soliciten a sus beneficiarios. Finalmente lo están haciendo, pero están recibiendo muchas críticas”, señaló Michael Eisen, genetista y uno de los promotores de la carta, mediante redes sociales.
Cabe destacar que el libre acceso del público a las investigaciones, es una lucha utópica que decenas de científicos han realizado durante los últimos años alrededor del mundo, pues el protocolo existente impide que sea de esta forma.
De acuerdo con un artículo publicado en El País, “la regla básica de la ciencia es que un estudio no se considera oficialmente válido, sino hasta que es ratificado por otros investigadores y publicado en una revista científica”.
Esta situación ha provocado que, a lo largo de varios años, se desate una batalla por acceder a la publicación en prestigiosas revistas como: Nature, Science, PNAS y The Lancet, quienes sustentan un jugoso negocio, que a la vez también restringe el conocimiento.
Ciencia bajo pago
Los científicos indican que este sistema avala que el acceso a la mayor parte del conocimiento científico esté restringido a los que tienen dinero para pagarlo; por ello, «la ciencia se mantiene confinada entre altos muros de pago», explica el documento.
Esto debido a que la valía de una investigación se sustenta en el número de veces que se citan los artículos de la revista donde se publica; hecho que también repercute en los investigadores para acceder a un puesto determinado o financiamiento para un proyecto.
Vale destacar que esta nueva disposición en la publicación de investigaciones científicas, también pretende revolucionar el modo de trabajo de editoriales como Elsevier, Wiley o Nature, a quienes los científicos quieren obligar a permitir el libre acceso.
Asimismo, es preciso indicar que el citado plan permite que el copyright sea de los propios autores y las instituciones científicas, no de las editoriales, lo cual es otro punto que echa abajo los beneficios existentes.
Por el momento, Francia, Reino Unido, Irlanda, Finlandia, Noruega, Austria, Luxemburgo, Polonia, Suecia, Suiza y Eslovenia firmaron lo que se consideraría como la adscripción al Plan S, en caso de ser aprobado.
El Plan S se encuentra siendo analizado por Jeroen Bosman y Bianca Kramer, dos bibliotecarios e investigadores académicos de comunicación en la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, en su etapa inicial, pero se llevará a consulta pública el próximo 1 de febrero.
Con información de El País y Nature.com