Cuauhtémoc Blanco cancela el polémico Paso Express, un estandarte peñista
La obra estrella de la administración de Enrique Peña Nieto y el polémico exgobernador de Morelos, Graco Ramírez desaparecerá a raíz las gestiones de Cuauhtémoc Blanco para tal efecto. La SCT inició el retiro de las barras de contención esta misma semana.
Adiós al Paso Exprés de Cuernavaca.
Tras la solicitud de Cuauhtémoc Blanco, la SCT accedió a retirar los muros de contención que limitan los carriles confinados del Paso Exprés del resto. Trabajadores de la paraestatal Caminos y Puentes Federales (Capufe) iniciaron el retiro de los muros de contención esta misma semana. Eran un total de cuatro carriles (dos por lado) reservados para el Paso Exprés. La vialidad cuenta con diez carriles, o sea, cinco por lado.
La administración anterior decidió confinar cuatro de los diez carriles en el afán de reducir el tiempo para pasar por la ciudad de Cuernavaca de 30 a 10 minutos. La razón detrás de limitar los carriles era con el fin de evitar que los automovilistas tuvieran que sufrir el tráfico de Cuernavaca. Con esta obra se esperaba reducir el trayecto de la Ciudad de México a Acapulco a un total de 3 horas y 15 minutos.
Tan sólo en las últimas 48 horas, los empleados de la paraestatal Capufe ya retiraron 4 km de muros de contención de uno de los lados de la carretera. Se espera que el trabajo tome varias semanas y al final de las obras, los automovilistas puedan usar los 10 carriles sin restricciones.
Sin embargo, la desaparición del Paso Exprés no estuvo libre de confrontaciones con las autoridades federales. Al momento de solicitar a la SCT la desaparición de los muros de contención, la dependencia se negó en un primer momento. Cuauhtémoc Blanco entonces decidió amenazar a la secretaría con emprender un litigio en contra del libramiento. La SCT terminó por ceder y el Paso Exprés desaparecerá como consecuencia.
Una obra destacada por sus irregularidades y accidentes.
El nombre oficial de la obra es Paso Exprés Tlahuica y fue quizá, una de las más polémicas del sexenio pasado. Controversial en abundancia, la obra se enfrentó a protestas por la tala de árboles, sobrecostos superiores al 100% y finalmente fue un accidente que terminó en fatalidades. Una obra que sería parte del sello de la administración de Ruíz Esparza por la SCT, en el mal sentido, evidentemente.
Primero proyectada como un segundo piso y posteriormente como una ampliación a diez carriles de la carretera México-Cuernavaca, con cuatro de estos confinados para el paso de automovilistas con destino a Acapulco y los otros seis para los habitantes de la ciudad. La obra inició en 2014 y fue parte de las promesas de campaña más importantes de Peña Nieto y Graco Ramírez.
Para la licitación de la obra participaron 29 empresas nacionales y extranjeras de las que resultaron ganadoras Construcciones Aldesem (propiedad de Aldesa) y Epccor. El contrato fue adjudicado por un total de 1 mil 45 millones 857 mil pesos, que con los sobrecostos terminaron siendo 2 mil 200 millones de pesos.
A los problemas de los sobrecostos se añadieron los retrasos. En un principio se contemplaron 730 días para finalizar la obra, es decir, si esta inició el 29 de noviembre de 2014, debería haber sido terminada como máximo el 28 de noviembre de 2016. Sin embargo, no fue así y la obra fue entregada el 5 de abril de 2017, 128 días después.
Tras la inauguración de la obra el 5 de abril por el entonces presidente Enrique Peña Nieto, se colocaron varios espectaculares en los que se le «agradecía» al mandatario por la obra. Sin embargo, tres meses después, el desencanto vendría a raíz de un fatídico accidente.
La mañana del 12 de julio de 2017 un enorme socavón se tragó un vehículo en el que viajaban dos personas, padre e hijo, ambos perdieron la vida. A esto se sumó, que poco después y debido a fallas en el diseño del drenaje, hizo que este colapsara. Las autoridades culparon a las fuertes lluvias como el causal. Sin duda una obra para olvidar.