La DEA ha frenado al narco mexicano a base de comprar soplones
Estados Unidos está inhalando, fumando e inyectándose en la vena la cotizada droga mexicana. Esta es una realidad que ambos países comparten desde hace décadas y que cientos de operativos encubiertos y estrategias de agencias antidrogas no han podido detener. La realidad es que mientras un país sufre muertes violentas por el control de zonas clave del narcotráfico, el otro ve cómo sus ciudadanos mueren en masa por las sobredosis.
La agencia estadounidense encargada de romper con las organizaciones de la droga en su país y el extranjero, la famosa DEA, ha intentado comprar a los narcotraficantes mexicanos para traicionar a sus jefes y develar sus rutas de trasiego de droga. Esta estrategia de comprar soplones o de conseguir información clave a cambio de maletines llenos de dinero deja ver el poco ingenio de la organización para detener un tráfico que parece inevitable.
Se ha dado a conocer que la DEA implementó desde hace décadas un programa para hacer millonarios a los capos que desearan traicionar a sus jefes. Este programa se conoce como el NRP, que básicamente una entrega de sumas enormes para dar golpes al crimen organizado a cambio de información privilegiada. En los últimos cinco años, el NRP ha concedido 32 millones de dólares a 33 personas involucradas en el negocio del narco mexicano y que han delatado a sus superiores.
Es decir, se ha creado una generación de soplones que han incrementado sus fortunas de un día para otro. La premisa de la DEA es seguir soltando sumas millonarias para dar con información privilegiada que les permita cazar a los grandes capos de la droga mexicana. Estados Unidos celebra esta estrategia y presume que al menos 70 capos importantes en México han sido capturados gracias al montón de dinero entregado a los soplones. Se sabe que el NRP ha entregado en total 108 millones de dólares
Buena parte de los acuerdos son públicos. Se trata de los famosos carteles de se busca, en donde el gobierno estadounidense pone cifras millonarias a cambio de información que revele el paradero de narcotraficantes poderosos. La intención del gobierno yanqui es dar principalmente con los responsables de los envíos masivos de droga mexicana a territorio estadounidense, más que terminar con el problema armado en México. Lo cierto es que las estrategias del combate al narco en nuestro país no han funcionado.
Los soplones, base de la #DEA http://t.co/n2MCp4fp
— Proceso (@revistaproceso) January 10, 2012
En México se han levantado nuevos grupos criminales como el cártel Jalisco Nueva Generación o el cártel de Tepito. Todo esto sucedió durante la continuación de la guerra por parte del expresidente Enrique Peña Nieto, por lo que queda claro que han fallado las estrategias de seguridad en México. Pero la DEA tampoco quiere ingresar a este combate. Las intenciones de la agencia antinarcóticos yanqui es dar con los responsables de que la droga «mexa» llegue a los adictos estadounidenses.
La recompensa pública para dar con el capo Caro Quintero rebasó el récord de 20 millones de dólares. En los mismos anuncios, el gobierno de Donald Trump deja ver las razones del porqué buscan nombres específicos. Oseguera encabeza “el grupo responsable del tráfico de muchas toneladas de cocaína, metanfetamina y heroína cortada con fentanilo en Estados Unidos”. Y es que esta es la droga favorita de los consumidores de la nación del blues. Se ha encontrado fentanilo mexicano en la sangre de Prince y Demi Lovato; claramente también en miles de personas que han muerto por sobredosis en EU.
Si en México el problema de la droga es el control del territorio, en Estados Unidos el problema son las drogas y medicamentos derivados del opio mexicano. El NRP cuenta con muchos más recursos para invitar a los narcos mexicanos a que delaten a sus jefes, lo que parece ser tendencia en los últimos años. Recordemos que en Nueva York se tiene una larga lista de sicarios y capos internacionales declarando en contra de Joaquín Guzmán Loera, “el Chapo”.
El problema es que soltar estas cantidades de dinero no resulta en nada bueno para México. Después de que la DEA detiene a cierto líder criminal, en el territorio mexicano se recrudece la violencia por las venganzas, los ajustes de cuentas y las sospechas continuas por posibles nuevos soplones. Todo esto hace del narco mexicano algo mucho más violento de lo que se imagina Estados Unidos. Por el momento la DEA sigue mostrando un catálogo de los capos más buscados, si un trabajador suyo quiere hacerse millonario puede delatarlo y cobrar la recompensa.
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