Miles de mexicanos de la tercera edad empacan tus compras para sobrevivir
Cada vez que uno visita al supermercado al finalizar la compra veremos a dos personas en la caja, evidentemente el cajero y el cerillo o empacador que embolsará nuestra compra. De un tiempo para acá, los ancianos han empezado a tomar el papel de los niños en este trabajo. Aproximadamente 10 mil ancianos realizan esta labor sin que exista alguna relación de trabajo o prestación laboral de por medio.
Con mandil, sin prestaciones y sin seguridad social.
El portal de noticias Mexico.com entrevistó a distintos representantes de tiendas de autoservicio para preguntar en qué condiciones laboran los adultos mayores. Los ancianos trabajan a través de un convenio que tiene el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) con los supermercados a través del cual los supermercados dan trabajo a los adultos mayores como «voluntarios». Al ser voluntarios, no existe relación de trabajo y por lo tanto, no existen prestaciones.
Salvador Borja, Director de Operaciones de Bodega Aurrerá mencionó que los ancianos únicamente reciben un mandil y no reciben salario alguno por parte de la tienda. No hay contrato, no hay prestaciones.
En el caso de Walmart, una de las empresas que junto con Bodega Aurrera conforman Nueva Walmart de México, Salvador Borja respondió a través de un comunicado. Antes se le cuestionó sobre si los adultos mayores recibían algún pago mínimo, apoyo o prestación. Borja respondió lo siguiente.
Como empresa no sé si se haya puesto alguna vez en la mesa porque eso ya implica otros temas legales, ya que genera cierta vinculación. A lo mejor de repente ciertos beneficios que se pueden otorgar después se pueden convertir en obligaciones, entonces somos cuidados en ese sentido.
Asimismo los ancianos tampoco reciben seguridad social pues uno de los requisitos para poder ser empacador es precisamente contar con un seguro médico por parte de sus familiares. Esto cierra las puertas al ingreso extra que representa el empacado de productos a aproximadamente 2.5 millones de adultos mayores sin acceso a una pensión o ayuda gubernamental.
Soriana se limitó a decir que le entrega a los trabajadores de este rubro capacitación material para llevar a cabo el trabajo. En el caso de Walmart como se vio en párrafos anteriores la empresa únicamente respondió que les entrega un mandil y punto. El mandil es usado como identificador y no debe confundirse como una representación de una relación de trabajo, aunque técnicamente, lo sea.
Los adultos mayores laboran largas jornadas de trabajo en los supermercados y viven de las propinas que le entregan los clientes. Las propinas varían según el horario, supermercado y día de la semana. En esta época navideña pueden llegar a ganar entre 150 y 200 pesos diarios mientras que, en días con pocas ventas, no logran ni juntar 50 pesos al día, esto es, menos de un salario mínimo.
El gigante de los supermercados, Walmex controladora de Walmart, Sam’s Club y Bodega Aurrera y Superama tuvo ventas por 46 mil millones de pesos durante noviembre sólo en México. En el caso de Soriana, la cadena mexicana se embolsó 38 mil millones de pesos durante el tercer trimestre
Los nuevos cerillos de 60 y más.
El INAPAM cuenta con tres programas distintos para apoyar a las personas mayores de 60 años a incluirse en la vida productiva del país. El primer programa se enfoca en promover la capacitación del sector empresarial para garantizar la inclusión de los adultos mayores al mercado laboral a través de la sensibilización del empresariado.
El segundo programa se llama «Servicio de Vinculación Productiva» que busca incluir a los adultos mayores en la plantilla de las empresas. En este programa los ancianos reciben un sueldo, prestaciones, contrataciones por hora o servicio y seguridad social.
En tercer lugar se ubica el más reciente de todos, el denominado «Sistema de Empacado Voluntario de Mercancías» en el que participan cuando menos 10 mil adultos mayores de 60 años. Entre las empresas que participan en el programa se encuentran aquellas de Grupo Walmart, Soriana, Chedraui entre otras.
El término cerillo que distingue a los trabajadores que se encargan del empacado de la mercancía data del siglo pasado. El término hace referencia a los niños que realizaban esta labor en los supermercados que usualmente eran delgados y portaban una gorra roja que los hacía parecer, un cerillo o fósforo. Muchos de los niños eran de extracción pobre y contribuían al ingreso familiar con sus propinas.
Empacan para acompletar su pensión.
De acuerdo con Salvador Borja, es necesario que el adulto mayor que desee formar parte del programa acuda con antelación al INAPAM para recibir su carta de vinculación. Esto no es más que una carta que entrega el INAPAM que se otorga a aquellos que cuenten con una credencial del instituto, identificación oficial, comprobante médico y CURP. De igual manera es necesario que los adultos mayores cuenten con una pensión o jubilación.
Tanto Walmart como Soriana coinciden en que los ancianos no tienen la obligación de cubrir horarios específicos o días mínimos de asistencia; ellos deciden cuándo y cuánto trabajan.
Como es un trabajo voluntario, tú no les puedes exigir que vayan en la mañana o en la tarde. Tú te adaptas a sus necesidades, a lo que ellos requieren y nosotros somos respetuosos de eso.
De acuerdo con Borja, gran parte de los adultos mayores que acuden a sus supermercados acuden a trabajar porque quieren sentirse útiles y productivos. Muchas veces los adultos mayores utilizan los ingresos que obtienen por las propinas como una forma de complementar su pensión que en muchas ocasiones es insuficiente para garantizar una vida digna.