Ruiz Esparza deja un legado de incompetencia y corrupción en la SCT
Durante todo el sexenio y como pocos secretarios, Gerardo Ruíz Esparza ha estado al frente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, una secretaría que ha estado envuelta en escándalos de corrupción y sobrecostos a un grado igual o superior al de la Secretaría de Desarrollo Social bajo la batuta de Rosario Robles. Muchos de los eventos que más mancharon al gobierno de Enrique Peña Nieto, tuvieron su origen, precisamente, en la SCT.
La fe ciega de Peña Nieto en Ruíz Esparza.
El simple hecho de escuchar las palabras “Secretaría de Comunicaciones y Transportes” nos remontan a los innumerables escándalos de corrupción que han marcado a este sexenio que ya se va. Desde los nexos turbios entre Peña Nieto y Grupo Higa, hasta los conflictos de interés con la constructora española OHL. Errores fatales en construcciones como el Paso Exprés o la cancelación de proyectos como el Tren México-Querétaro, el Transpeninsular entre decenas de otros, son la huella de Esparza en la SCT.
A pesar y con pesar, Gerardo Ruíz Esparza parece seguir siendo indispensable para un gobierno que ya ha hecho y soportado de todo. Hombre de confianza del exgobernador mexiquense y posteriormente presidente Enrique Peña Nieto, Ruíz Esparza se enraizó como ningún otro en el gobierno peñanietista.
Apenas la semana pasada, Peña Nieto defendió a Esparza de la crítica ante centenares de personas durante la entrega de la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara, misma, que, en palabras de Enrique Alfaro, presenta fallas e irregularidades. En el evento, Peña Nieto dijo lo siguiente:
A pesar de la crítica que a veces arreciaba, Gerardo Ruíz Esparza y su equipo de trabajo nunca cejaron en asegurar que los compromisos asumidos se cumplieran a cabalidad.
Y es que la realidad es muy distinto a lo predicado por el primer mandatario. El tren que estaba siendo entregado en realidad estaba inconcluso, y formaba parte de uno de los 156 proyectos de infraestructura propuestos por Peña Nieto, muchos de los cuales, no fueron ni serán entregados en estos días.
Cifras que no concuerdan, metas que no se cumplen.
De acuerdo con la Unidad de Datos del sitio de noticias, Sin Embargo, el Gobierno Federal ha cumplido únicamente con el 58.97% de los proyectos que se comprometió, esto es, 97 proyectos. Sin embargo, el gobierno asegura no haber cumplido 97 proyectos, sino 97%, un error bastante conveniente.
En un estudio adicional llevado a cobo por el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción o simplemente CEESCO, se tiene un avance del 73% de la infraestructura comprometida en el Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018. Esto se refiere al avance total en las obras, no al total de obras finalizadas.
La información que presenta el gobierno mexicano parece indicar que, a pesar de no haberse logrado los objetivos a cabalidad, sus alcances y avances fueron superiores en comparación con otros periodos. Un ejemplo de ello sería la red carretera, sin embargo, el problema tiene más de una arista.
Un ejemplo de los contrastes puede verse en la cantidad de caminos rurales y alimentadores construidos durante este sexenio. De acuerdo con la SCT se construyeron un total de adicionales a la red 45 mil 199 kilómetros adicionales. Esto representa un incremento de 17.8% en la red, tres veces superior a los 13 mil 355 kilómetros del gobierno de Felipe Calderón, lo que comprendió en su momento, un incremento de 5.6% de la red.
Ahora bien, eso no quiere decir que las cosas hayan mejorado en su conjunto. Las condiciones físicas aceptables de la red federal libre de peaje descendieron del 82% al 76% de las carreteras entre 2013 y 2017, una disminución de seis puntos porcentuales. En comparación, durante el sexenio calderonista este número incrementó de 76% al 80%. Esto quiere decir que se regresaron a las mismas condiciones que hace doce años.
Otro sector que refleja avances es el del acceso a «sistemas de transporte público urbano e interurbano de pasajeros» en ciudades de medio millón o más de habitantes y lo relacionado a la «movilidad urbana sustentable». En ambos rubros se tuvo un magro avance de 4% durante el sexenio pasando al del 22% al 26%. Sin embargo, el proyecto tenía como meta llegar al 56% en el primer rubro y 47% en el segundo. Se quedó mucho a deber.
Una lacerante y constante reducción en la inversión.
De acuerdo con la empresa Forecastim, experta en información estratégica para la industria de la construcción consultada por Sin Embargo, el problema se debió a severos retrocesos en la inversión pública en infraestructura. La empresa asegura que esto «provocó retrocesos en prácticamente todas las obras que realizó el gobierno.»
México invierte poco desde un principio. La estadística apunta a que el país invierte aproximadamente el 12.5% de su PIB en infraestructura. El gobierno aporta entre el 3.0% y 3.5% de la inversión, lo cual es poco. A esto se suma que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto la inversión se redujo en promedio un 3.6% anual. El flujo de capital a la infraestructura se redujo de los 653 mil millones de 2013 a 525 mil millones en 2018.
Forecastim urgió al próximo gobierno a impulsar mayor inversión en infraestructura a través de mayor inversión pública y desarrollar más proyectos en el esquema de APPs (asociaciones público-privadas). Como pequeño dato, la inversión en carreteras se redujo 19.7% en el sexenio, la energética 39.6% y la de urbanización en 57.6%. Una tragedia en términos estadísticos.
El legado de Ruíz Esparza en la SCT.
La comparecencia de Gerardo Ruíz Esparza ante el Congreso de la Unión durante el Sexto Informe de Gobierno dejó al desnudo muchos de los problemas que acontecen en la obra pública nacional. Sobrecostos, adjudicaciones directas, corrupción, obras inconclusas entre otras deficiencias, fueron señaladas por los legisladores.
Conflictos como el de Mexicana de Aviación que tras ocho años ha dejado desamparados a más de 7 mil empleados de la extinta aerolínea quienes reclaman 4 mil millones de pesos en indemnización se quedó sin resolver. Los trabajadores que aún operan la empresa de mantenimiento MRO, apenas han logrado cobrar 11 millones de dólares por la venta de activos materiales. La falta de acción para resolver la cuestión derivó en que el próximo gobierno herede un conflicto laboral que va para una década.
Aunque quizá lo más relevante durante la administración de Ruíz Esparza fue la vergonzosa cancelación del tren rápido México-Querétaro. La obra fue cancelada a tres días de ser adjudicada al conglomerado de empresas chinas y mexicanas que participaron en la licitación. Cabe destacar que las empresas mexicanas guardaban relaciones turbias con el gobierno peñanietista para el momento de la licitación. Una de las empresas beneficiarias fue Constructora Teya, filial de la muy cuestionada Grupo Higa. Los inversionistas chinos reclamaron en 2017 al gobierno mexicano 11.3 mil millones de pesos en indemnización.
Otro caso de pésima planeación y probable corrupción es el del Tren México-Toluca, que, a meses de ser concluido, fue una obra opaca y con mínima planeación.
De acuerdo con México Evalúa, la obra se licitó aún sin contar con trazos definitivos, estudios de viabilidad, derechos de vía, terrenos y uso de suelo liberados, incumpliendo los estándares mínimos de competencia deseable. Evidentemente esto derivó en sobrecostos y una lastrante corrupción durante su construcción.
Hoy, la obra ya superó en un 77% su presupuesto original de 33 mil 741 millones de pesos y ronda los 59 mil 217 millones. A esto se suma que hubo un retraso del 50% en los procesos de licitación. La obra no podrá ser entregada este sexenio y mantiene conflictos latentes con ejidatarios de la zona por donde pasará el tren.
En el caso de la Autopista Chamapa Lechería, se presume fue utilizada como caja chica para el gobierno del Estado de México y Federal. Se cree que se utilizaron 1 mil 600 millones de pesos para financiar indebidamente la campaña de Alfredo del Mazo a la gubernatura del Estado de México en el 2017. De acuerdo con Ruíz Esparza, este dinero fue producto de un «litigio» que ganó el Gobierno de Toluca al Federal; lo anterior fue mencionado buscando deslindarse de la denuncia que fue presentada ante la FEPADE por este caso.
Los fatídicos errores de la SCT.
Sin embargo, no todo se limitó a obras mal planeadas y desvío de recursos, sino también hubo casos que terminaron en lo trágico. Uno de estos fue el del satélite Centenario que se precipitó a la atmósfera en 2015, horas después de su lanzamiento. Este satélite hubiese provisto a México y Latinoamérica de servicios de telecomunicaciones.
La SCT culpó en su momento a la empresa rusa que envió el satélite al espacio exterior. Lo que la Secretaría no mencionó es que la empresa a cargo del lanzamiento, ILS (International Launch Services) tenía un largo historial de errores de lanzamiento al momento de la licitación en 2012.
Sin embargo, no cabe duda de que el caso más trágico de la rampante corrupción e ineficiencia que se vivieron en la SCT fue el Paso Exprés de Cuernavaca. En 2017 un gigantesco socavón acabó con la vida de dos personas. La obra, se descubrió más tarde, estaba plagada de errores en las adjudicaciones, incumplimientos, deficiencias, fallas, y problemas en la supervisión, así como sobrecostos (120% adicional a lo proyectado) y omisiones a recomendaciones técnicas.
La corrupción y los sobrecostos en el NAIM.
El caso que más resonó en los últimos meses, sin embargo, fue el del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco. La obra, recientemente cancelada por el próximo gobierno, presentaba un sobrecosto del 77.51% (de 169 mil millones a 300 mil millones de pesos) e irregularidades, hasta el 2016, de 865 millones de pesos de acuerdo con la Cuenta Pública 2016 de la ASF.
Las irregularidades se presentaron principalmente en las subestaciones eléctricas, la barda perimetral, las pistas y el acarreo de materiales. En su momento Ruíz Esparza y Peña Nieto, aseguraron que la obra se estaba construyendo «bajo las mejores prácticas internacionales. Los funcionarios se ufanaban de que la obra se estaba construyendo con eficiencia, legalidad y control de procesos.