Frenan con gas lacrimógeno las protestas francesas por el alza a los combustibles | BREAKING

Frenan con gas lacrimógeno las protestas francesas por el alza a los combustibles

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Pocas personas imaginarían que el Arco del Triunfo quedaría cubierto de largas columnas de humo, vehículos en llamas, barricadas hechas de mobiliario urbano y manifestantes siendo atacados por cañones de agua. Los Campos Elíseos, famosos por su vista escénica de París, se han convertido en el epicentro del caos. Las protestas de los “chalecos amarillos” han tomado una vez la tranquilidad de la vida parisina en la interminable lucha contra el alza a los combustibles en Francia, propuesta por el presidente, Emmanuel Macron.

Macron intenta ligar a los “chalecos amarillos” con la ultraderecha.

Sin embargo, lo que sí era de esperarse, es que durante la manifestación hubieran infiltrados de diversos grupos de extremistas, especialmente de la ultraderecha. El gobierno de Macron lo sabía; una manifestación sin una “cabeza”, desordenada y no regulada era garantía de que los “casseurs”, un grupo de radicales que aprovechan las manifestaciones para infiltrarse y promover sus ideas, estarían en ella. Y Macron se aprovechó de esto.

Desde días antes a la manifestación el Ministerio del Interior francés ya había expresado su negativa a que la manifestación se llevara a cabo en los Campos Elíseos. Ante esto, el Ministerio propuso que la manifestación se llevara a cabo en el Campo Marte, debajo de la Torre Eiffel, sin embargo, los manifestantes lo rechazaron. La razón de la negativa era que el gobierno quería evitar que se repitiera la revuelta de hace siete días cuando los manifestantes se apropiaron del centro de la ciudad. Aun sabiendo el problema que se podía desarrollar, el gobierno no decidió cerrar los Campos Elíseos.

Chalecos amarillos protestan frente al Arco del Triunfo.

(El Confidencial) Manifestantes prenden una hoguera frente a el Arco del Triunfo en París. Los «chalecos amarillos» exigen marcha atrás al incremento de los impuestos en los combustibles.

Tras la manifestación, el encargado del Ministerio del Interior, Castaner, mencionó a través de un comunicado en el que expresaba su desagrado por los desmanes ocurridos. Aseveró que los destrozos causados por la manifestación eran producto de “ultraderechistas” impulsados por la excandidata presidencial Marine Le Pen. De acuerdo con Castaner, fue Le Pen quien convocó a los migrantes a manifestarse en los Campos Elíseos o en palabras del ministro “la avenida más bella del mundo”.

Fallan los intentos del gobierno francés de descalificar la protesta.

Los “chalecos amarillos” son un fenómeno nacido en redes sociales de carácter apolítico en respuesta a los constantes incrementos en los impuestos por parte del gobierno francés que ha dinamitado el poder adquisitivo de los franceses. Exigen desde la dimisión de Macron hasta la atención de las comunidades más desprotegidas en Francia. Sumado a esto, el alza en los precios de los combustibles fue la gota que derramó el vaso. Sin embargo, el gobierno de Macron no ha desaprovechado un segundo para descalificar la protesta en contra de las alzas.

El gobierno francés ha tachado a los manifestantes de “gente que circula a gasolina y fuma sin parar” así como “una revuelta de palurdos”. De igual manera los ha acusado de ser “reticentes a la modernidad” y de no tener sensibilidad ecológica. Ahora el gobierno de Macron trata de ligarlos a la ultraderecha francesa en su afán de descalificarlos.

Chalecos amarillos

(El Confidencial) Chalecos amarillos protestando sobre los Campos Elíseos el sábado pasado.

El gobierno de Macron desiste de ceder a las alzas en los impuestos a los combustibles, más, la estrategia para defender el alza está siendo contraproducente. El 77% de los franceses apoya las revueltas y gracias a las declaraciones del Ministerio del Interior, Marine Le Pen (ahora sí), ha aprovechado la situación para capitalizar políticamente las protestas. La líder de Reagrupación Nacional se manifestó en contra de la negativa del gobierno de dejar desfilar a los manifestantes en los Campos Elíseos y poco a poco les daba un espaldarazo a los ultraderechistas bajo el regazo de su partido.

Le Pen calificó las declaraciones de Castaner como “indignas” y acusó al ejecutivo francés de convertir a la manifestación en un chivo expiatorio ante las necesidades del pueblo francés más necesitado que asegura, no logra mantener el paso ante las políticas de Emmanuel Macron.

El Gobierno organiza la atención en su interés, la ha convertido en cabeza de turco para desviar la atención del sufrimiento de la parte del pueblo francés que no puede hacer frente a la política de Macron.

Macron se dirigirá a los franceses el próximo martes.

El próximo martes el gobierno de Macron aseguró que dará un mensaje en el que se dirigirá al pueblo francés con el fin de anunciar algunas medidas. Sin embargo, sus colaboradores aseguran que el presidente no renunciará al incremento de impuestos. Las fuerzas políticas opositoras critican la tardanza del ejecutivo para tomar con seriedad las protestas, que aseguran, se le están saliendo de las manos al gobierno francés.

Los opositores de Macron, Marine Le Pen de la ultraderecha y Jean Luc Melenchon, de la izquierda, han capitalizado adecuadamente las protestas para sí y no han sido tímidos en expresar su apoyo a los “chalecos amarillos”. La situación se complica aún más con una Le Pen revitalizada y cuyo partido es el favorito para las elecciones del Parlamento Europeo el próximo mayo. Reagrupación Nacional aprovecha astutamente cualquier tropiezo del gobierno francés.

De lo que no hay duda es que las cada vez más frecuentes y agresivas protestas en contra del gobierno francés, los destrozos, heridos, y el ver los Campos Elíseos cubiertos de humo y pancartas, dañan lentamente la imagen del gobierno francés. En su afán por criminalizar la protesta, Macron podría terminar dañando de forma irreparable la relación que mantiene con los franceses como su presidente. El tiempo dirá que le depara a Macron.