Familia de Claudia Pavlovich impone su ley a base de armas | BREAKING

Familia de Claudia Pavlovich impone su ley a base de armas

- Por

Los parientes de la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, le han salido como un tiro por la culata, primero fue su tío Fausto Pavlovich, quien fue señalado por apropiarse del agua de riego proveniente de una planta tratadora de Hermosillo, ahora, otro de sus tíos, Rafael Pavlovich, ha vuelto a ser señalado por saquear minerales propiedad del ejido El Bajío apoyado por grupos armados.

Los ejidatarios levantaron una denuncia donde narraron los actos ilegales de Rafael Pavlovich, quien a pesar de no tener derecho sobre el ejido, el pasado 3 de octubre de 2018 apareció de nuevo en tierras ejidales con un grupo de 23 individuos armados, en donde venía José Rodrigo Páez Quintero, supuesto jefe de la plaza de Caborca y supuesto sobrino de Caro Quintero, quien amenazó a los ejidatarios y presumió haber desaparecido a varios de sus compañeros.

Luego de las amenazas los ejidatarios denunciaron en tiempo y forma las actividades del sobrino de la gobernadora, las declaraciones quedaron asentadas en la carpeta de investigación FED/SON/CABO/0002265/2018.

Protección descarada

El 18 de octubre, dos semanas después de los altercados iniciales, los ejidatarios solicitaron de nuevo el auxilio de los militares, quienes realizaban un operativo en la zona y lograron decomisar un vehículo Ford Tritón de modelo reciente, cargado con más de una tonelada y media de cianuro de sodio, que los delincuentes usan para lixiviar oro.

Tras la participación de los militares, los delincuentes se comunicaron con la Policía Municipal, quienes acudieron en varios vehículos oficiales a rescatar al supuesto sobrino de Caro Quintero, acompañados de falsos periodistas, así como supuestos defensores de los derechos humanos que llegaron increpando a los militares, obstaculizando el operativo y permitiendo el escape de los delincuentes; en el vehículo asegurado encontraron una ametralladora Browning M2 calibre 50 montada; cuatro fusiles calibre AK-47 y un arma corta calibre 9 mm.

Gregorio Meza Mendoza, vocero de los ejidatarios, denunció que a pesar de la captura de alguno de los sicarios y el aseguramiento del arsenal, Rafael Pavlovich Durazo y sus sicarios continúan la extracción de agua cianurada de la mina Dipolos para extraer oro sin ser el dueño de la tierra y sin tener permiso alguno para manejar cianuro, mucho menos con la capacitación para hacerlo.

Un conflicto de años

El conflicto de los terrenos del ejido El Bajío comenzó cuando la Minera Penmont, socia de la mexicana Minera Herradura propiedad de Alberto Bailleres, invadió ilegalmente las tierras de los ejidatarios durante 17 años.Durante ese período la minera extrajo oro ilegalmente de los terrenos del Ejido el Bajío.

Antes el usufructo ilegal de sus tierras, los campesinos mantuvieron un largo litigio que derivó en 67 sentencias a favor de El Bajío, mismas que ordenaban a la minera restituir los terrenos y pagar daños y perjuicios en favor de los ejidatarios, así como la devolución del oro extraído ilegalmente.

Posteriormente de ese litigio que ganaron los campesinos, Rafael Pavlovich Durazo fue incluido ilegalmente por el Magistrado del Tribunal Agrario, Benjamín Arellano Navarro, con derecho de posesión jurídica de mil 824 hectáreas de las tierras del Ejido El Bajío, a pesar de que no es ejidatario.