El Chapo pone en jaque a Nueva York: la ciudad está totalmente blindada | BREAKING

El Chapo pone en jaque a Nueva York: la ciudad está totalmente blindada

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Unas horas antes de comenzar el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, la ciudad de Nueva York se puso en jaque y quedó totalmente blindada, debido a la peligrosidad del acusado.

Considerado por Estados Unidos como uno de los mayores criminales del siglo XXI, Guzmán Loera inició este lunes su juicio oral por la acusación de intromisión de sustancias ilícitas en el territorio estadounidense y ser autor intelectual de una serie de homicidios.

El Chapo es sólo un campesino

De acuerdo con un artículo publicado por el diario El País, la Fiscalía presentó a Guzmán como un señor de la droga que encabezó un negocio de distribución con el que amasó una fortuna y que dejó varias huellas sangre entre sus enemigos.

Sin embargo, Eduardo Balarezo, quien encabeza el equipo de abogados a su favor, alegan que el presunto narcotraficante es sólo un campesino de una zona rural muy pobre en México.

Para ello, de acuerdo con medios como el NY Times, el equipo de defensa recopiló como prueba cientos de documentos, fotografías y grabaciones que se presentarán paulatinamente durante los cuatro meses que se espera que dure el juicio.

Vale mencionar que hace unos días, Balarezo afirmó ante el juez que Guzmán no era el cabecilla del Cártel de Sinaloa y que actuaba bajo las órdenes de otros traficantes más poderosos. Para ello presentó evidencias que tiene la Fiscalía, pero la acusación aludió que se trataba de “habladurías”.

En este sentido, la Fiscalía aclaró que los delitos de los que se acusa a Guzmán no requieren que sea el único capo narcotraficante en México ni tampoco el más poderoso. El hecho de que tuviera bajo su mando a otras personas, insistieron, ya le convierte en un cabecilla.

Asimismo, es preciso destacar que la otra línea de acción para los abogados de El Chapo es que la defensa busque que el juicio sea declarado nulo, al considerar que no contó con las garantías de un proceso justo.

Al respecto, Guzmán Loera actualmente enfrenta 11 cargos que incluyen homicidios y delitos contra la salud, siendo el principal cabecilla del Cártel de Sinaloa, pero la Fiscalía accedió a retirar seis para agilizar el proceso.

El cargo de delitos contra la salud, se completa con acusaciones por conspirar para producir y distribuir cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana, uso ilícito de armas de fuego y blanqueo de dinero.

Según las investigaciones de la parte acusatoria, El Chapo construyó túneles con aire acondicionado, utilizó aviones e incluso un submarino para introducir drogas en Estados Unidos, lo cual le redituó ganancias por 14 mil millones de dólares.

De seguir el proceso y ser declarado culpable, Guzmán podría ser castigado con una pena mínima de cadena perpetua, debido a la violencia con que realizaba las operaciones del grupo criminal y el homicidio de por lo menos 33 personas.

Es preciso indicar que hasta el momento, el juez Brian Cogan, a cargo de la sentencia, se mostró comprensivo con el reto de la preparación de la defensa, por la complejidad del caso, pero fue contundente con las reglas.

Blindaje del juicio

Un helicóptero vigila de cerca el edificio donde se lleva acabo el juicio y donde 12 titulares y seis suplentes decidirán el futuro de Guzmán; dichas personas  fueron selecciones de entre 800 y sus cuestionarios no se hicieron públicos para proteger la identidad del jurado.

Los miembros del jurado están aislados y protegidos por guardias armados en todo momento durante el proceso, incluso sólo cinco periodistas pueden entrar a la pequeña sala, donde se lleva a cabo el juicio, como otra medida de seguridad.

Esto con el afán de mantener alejados a informadores de los grupos criminales, se utilizan dispositivos de seguridad, unidades caninas, varios retenes y agentes con armas largas; medidas de seguridad que no se habían utilizado desde hace 70 años en algún otro juicio estadounidense.

Vale mencionar que Guzmán se encuentra desde enero de 2017 recluido en una pequeña celda de 18 metros cuadrados, donde nunca se apaga la luz ni existe ninguna ventana, ya que en dos ocasiones anteriores escapó de prisión.

Con información del NY Times y El País.