Netflix no paga impuestos en México y debería de hacerlo, propone diputado
Si una empresa tradicional opera en nuestro país, por lógica se solicita que pague impuestos después de todas las ganancias que genera. Esto aplica a cadenas de supermercados, cafeterías, tiendas departamentales, entre muchas otras. Incluso las empresas nacionales están totalmente obligadas a pagar en ocasiones mucho más impuestos que algunas extranjeras. Pero, ¿porqué entonces Netflix no paga ni un solo peso de impuestos en México?
Según un reporte del 2014, nuestro país es el gran consumidor de este servicio en Latinoamérica, es decir, México le deja muchísimo dinero la plataforma de streaming. Netflix es una empresa que no revela nunca sus datos globales, pero se sabe que existen más de 125 millones de suscriptores en todo el mundo. En muchos casos, ha Netflix se le ha obligado, como a cualquier empresa, a pagar impuestos. Pero en México la idea molesta a los usuarios, cuando en realidad es algo bastante lógico.
La propuesta del diputado perredista Javier Salinas pretende justo eso, un impuesto digital que deje una parte de los millones que deja México a Netflix y otras empresas en el erario mexicano. La idea es revolucionaria, en un país que tiende a consentir a las empresas extranjeras y en donde la opinión pública se confunde y cree que los impuestos se les cobrarán a ellos. Lo cierto es que se deja demasiado dinero, tiempo y data a empresas como Google, Facebook, Spotify, Netflix, entre otras, a cambio de no cobrarles ni un solo impuesto.
El ejemplo que retoma el perredista viene de la decisión en Europa por hacer que estas empresas multimillonarias paguen impuestos, como cualquiera otra empresa en sus países, sin ampararse en la excusa de que al ser digitales son distintas. Vayamos a un ejemplo. Facebook es una plataforma totalmente gratuita, es decir, no se cobra para utilizarla. Pero eso no quiere decir que no nos muestre publicidad durante todo el día, además de que se apropia de datos personales bastante importantes que luego vende a empresas. La supuesta gratuidad del servicio nos compromete a ser sus consumidores y a ellos les deja millones en publicidad. Nada de esto genera impuestos en México.
Debemos reconocer que Netflix, por ejemplo, es un servicio pionero y fascinante que nos ofrece un catálogo enorme de entretenimiento a costa de un cómodo pago mensual. Tomando en cuenta el precio de las salas de cine en México, los costos de una película en físico, entre otros gastos, el servicio de streaming es bastante funcional.
¿Cuánto dinero gana Netflix en México?
Lo cierto es que Netflix ha generado miles de millones de pesos anuales. Se sabe que para 2014, la plataforma tenía 1.2 millones de suscriptores mexicanos. Si consideramos el pago de 109 pesos mensuales que tiene la plataforma, estaríamos hablando de 130.8 millones de pesos al mes completos para Netflix (tengamos en cuenta que en 2018, el Imcine recibió 274.2 millones y los estudios Churubusco recibieron 39 millones anuales). Esto deja ver la supremacía del servicio de streaming en nuestro país.
Con ganancias de 130 millones al mes, Netflix estaría facturando al menos 1,569 millones de pesos al año (y todo esto con estimados de usuarios de hace cuatro años, ahora serían muchos más). La idea es que esta empresa factura desde México una cantidad tan grande nos deja la duda de porqué no se pagan impuestos como lo hacen empresas como Bimbo, Televisa, las cerveceras nacionales o las plataformas mexicanas como ClaroVideo o Blim, que están obligadas por la ley a pagar impuestos altos y ofrecen un servicio idéntico al de Netflix.
Los más de 1,500 millones de pesos al año que pueda facturar Netflix es dinero mexicano que se va a empresas extranjeras y que estas se encuentran enriqueciéndose sin pagar los impuestos correspondientes. A pesar de que existe la falsa idea de que los mexicanos deberían pagar el impuesto, una tendencia que no para de crecer a pesar de que el diputado dejó en claro que el impuesto debería ser totalmente para Netflix y empresas similares. Tengamos en cuenta que cobrarles impuestos podría ser un buen ingreso millonario para el presupuesto nacional.
— Javier Salinas (@JavierSMx) October 11, 2018
La empresa no quiere que la obliguen a pagar impuestos
Lo cierto es que la empresa de streaming ya ha evitado pagar impuestos a pesar de las leyes locales como en el caso de Canadá, en donde Netflix sacó su lado no divertido e impuso una campaña publicitaria de desprestigio a las autoridades del país del maple. Al igual que en Canadá, Netflix no tiene oficinas en México. Si revisamos el personal mexicano del servicio de series y películas, nos damos cuenta de que solamente hay 18 empleados en nuestro país que trabajan para el gigante rojo, la mayoría con cargos de relaciones públicas y algunos creadores de contenido.
En México existen servicios similares como FilmimLatino, Cinépolis Klic, ClaroVideo y Blim. Estas empresa, al ser mexicanas y generar empleos nacionales, sí están obligadas a pagar impuestos y estar muy en regla con las especificaciones fiscales locales. Además, intentan, desde lo nacional, crear contenido que pueda difundir un poco más a las producciones mexicanas. Con estas cuestiones a favor, no están pasando por la fortuna de Netflix, que no paga ni un solo peso de impuestos en nuestro país. Lo mismo sucede con Facebook, Google, Spotify y otros titanes internacionales que succionan dinero nacional sin enfrentar los asuntos fiscales que deberían, como cualquier empresa.
La situación de Netflix es curiosa. La mayoría del dinero ganado, los pagos que hacemos cada mes al servicio de streaming, van a parar a California. Específicamente a la dirección Winchester Circle, número 100, en Los Gatos, California., algo que puedes consultar en sus «facturas» directamente en tu cuenta al acceder a la zona de facturación. Pero se sabe que la empresa también tiene como dirección fija un domicilio en Amsterdam Holanda, el país favorito de muchas empresas para evadir impuestos en la unión europea.
Netflix ha presumido año con año su poder y ascenso, algo que deja ver en sus producciones originales, sus presupuestos de más de un millón de dólares por capítulos en algunas series, las compras de licencias para exhibir ciertos filmes, la producción de películas ambiciosas como Roma, de Alfonso Cuarón, entre otras cosas. Todo esto se puede entender con la forma en la que esquivan los impuestos en varias naciones del mundo.