Nadia Murad, de sobreviviente de violación al Nobel de la Paz, una historia de vida
El Estado Islámico destruyó ciudades, regiones, países, familias y la vida de muchas personas. Una de las desafortunadas víctimas del EI fue Nadia Murad una Iraquí Yazidi que fue torturada y violada en repetidas ocasiones por el grupo terrorista. Su lucha en favor de la liberación del pueblo Yazidi le hizo merecedora del premio nobel de la paz.
Una lucha inigualable.
Nadia Murad fue capturada y aprisionada como esclava sexual durante tres meses en 2014. Murad fue capturada cuándo el Estado Islámico irrumpió en el área al norte de Iraq donde vivía junto con su familia. Fue vejada en múltiples ocasiones; física, sexual y mentalmente durante su secuestro.
Nadia logró escapar de sus captores en noviembre de 2014 y tiempo después se convirtió en una activista social a favor del pueblo Yazidi. Murad promovería una campaña para acabar con el tráfico humano y hacer un llamado al mundo para tomar una postura firme al respecto de la violación como arma de guerra.
Secuestrada, violada y vendida.
La activista y hoy ganadora del Nobel de la Paz tenía apenas 21 años cuando fue secuestrada por el grupo terrorista. Su poblado, cerca de la frontera con Siria fue secuestrado por el Estado Islámico. Los terroristas mataron a todo aquel que no quisiera convertirse al Islam, incluyendo a seis de sus hermanos y su madre.
Tras su captura, Murad fue trasladada a la ciudad de Mosul, la capital de facto del EI. Ahí fue forzada a convertirse al Islam y fue vendida por sexo como parte del tráfico de esclavos del Estado Islámico.
En una de sus memorias escribió respecto a su captura que «En cierto punto, sólo había violación y nada más. Esto se convierte tu día normal.»
Salvada gracias a una familia.
Sin embargo, no escapo sola de las garras del Estado Islámico mencionó en entrevista con la BBC. De hecho, Murad fue frustrada en su primer intento por escapar al ser descubierta por los guardias. Entonces ¿Quién la ayudó?
Nidia comenta que bajo las reglas del Estado Islámico, una mujer se convierte en un botín de guerra si es capturada tratando de escapar. Sea quien sea, será puesta en una celda y será violada por todos los hombres en el complejo. De acuerdo a Murad, el EI llama a esta práctica «la jihad sexual.»
En un principio no podía siquiera pensar en escapar, sin embargo, el hombre con el que vivía dijo que la iba a «vender» a alguien más. En algún punto logró escapar del lugar en el que se encontraba y se detuvo en una casa a pedir ayuda.
La familia que habitaba allá, a pesar de ser de origen musulman, dijo no tener conexiones con el Estado Islámico y se ofreció a ayudarla a escapar. Gracias a ellos, logró escabullirse en la frontera Kurda de Irak y buscar un campo de refugiados dónde se encontraran otros Yazidis. Tiempo después logró partir a Europa y posteriormente se asentó en Alemania.
Continúa la lucha por rescatar a las mujeres.
Actualmente, Nadia Murad lleva a cabo una campaña para liberar a miles de personas que siguen captivas por el EI.
Por su trabajo ha recibido numerosos premios de derechos humanos. En 2016 recibió el Premio Vaclav Havel de los Derechos Humanos por el Consejo de Europa; el premio Sakharov para la Libertad de Pensamiento por el Parlamento Europea; fue nombrada embajadora de los sobrevivientes del tráfico humano ese mismo año por las Naciones Unidas.
El día de hoy recibió el Premio Nobel de la Paz en conjunto con Denis Mukwege, un ginecólogo congoleño que ha tratado a miles de mujeres abusadas durante la guerra del Congo. Mukwege ha sido reconocido como el principal experto para reparar los daños causados por la violación tumultuaria.