Construcción del NAIM plagada de desfalcos, ya van 2,162 millones
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró otro probable daño al erario por más de 327 millones de pesos en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
La fiscalización se dio a conocer unos días después de que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, diera a conocer los resultados de la consulta sobre la construcción de la terminal aérea y la anulación de esta obra, para construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía.
Este desfalco se suma a los mil millones de pesos que reportó la Auditoria cuando fiscalizó al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) en febrero pasado. Y un año antes, encontró anomalías por más de 835 millones de pesos a la obra más grande e importante del gobierno de Enrique Peña Nieto.
La obra, que empezó en 2014 ha estado plagada de irregularidades, mismas que ha documentado la ASF, sin que hasta el momento se haya señalado a los responsables de estos desvíos.
En los informes de la cuenta de 2017, el órgano fiscalizador entorno que hubo un probable daño al erario por 78 millones 580 mil pesos durante la construcción de los pilotes de la torre de control la terminal y el centro de transporte terrestre.
En la revisión, la ASF descubrió que Grupo Aeroportuario hizo pagos adicionales a la empresa GAMI, que era la responsable de esta obra y que ha sido una de las constructoras consentidas del gobierno de Peña Nieto. Con estos pagos, GAMI cobro varias veces por el servicio que hizo solo una vez.
Otra observación que quedó solo en eso, fue la construcción de la barda perimetral que el gobierno encargó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y por la que se pagaron tres mil millones de pesos. La Auditoría encontró que los militares inflaron los precios de la carpeta asfáltica y del terraplén de tezontle hasta en 200 pesos por metro cuadrado, lo que causó un daño de 60 millones de pesos.
La Sedena también cobró 42 millones de pesos adicionales al Grupo Aeroportuario por el cambio de “procedimiento constructivo”. Pero además, firmó otro convenio en el cual debía reembolsar al organismo constructor cerca de 87 millones de pesos, situación que se desconoce si ha ocurrido.
A esto hay que sumar la fiscalización que se hizo en febrero pasado y en las que se encontró un remanente de casi 390 millones de pesos por la construcción de la barda.
Las obras hidráulicas también presentaron irregularidades. De los 17 contratos que se dieron, a través del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), siete de ellos presentan sobrecostos: originalmente cobrarían 650 millones de pesos por los servicios prestados, pero al final se incrementaron a más de mil millones de pesos.
La ASF no es la única que ha documentado los problemas financieros en la construcción del NAIM. Hace un par de semanas, la organización PODER dio a conocer que el presupuesto del nuevo aeropuerto se disparó 69%, al pasar de 169 mil millones a 285 mil millones de pesos.
El reporte señala también que con la mitad de este monto se benefició a cinco de los hombres más ricos del país, y que están involucrados en la obra: Bernardo Quintana, Carlos Slim, Olegario Vázquez Raña, Carlos Hank Rhon e Hipólito Gerard Rivero.
Con información de Proceso