Francia prohibe celulares en la escuela para que los alumnos se concentren
No es difícil pasearse por una escuela primaria o secundaria y ver a los alumnos con la cabeza pegada al piso. La adicción a los smartphones involucra a prácticamente a todas las sociedades de primer mundo, pero tiene en la juventud a sus dependientes más fieles. Para eliminar este tipo de distracciones a la hora de aprender, Francia ha prohibido que se usen en las escuelas públicas.
La opinión se divide claramente. Los profesores, autoridades y padres de familia ven la nueva ley como algo benéfico. Los estudiantes la repudian. En realidad se trata de una decisión basada en diversos estudios en donde se comprueba que la dependencia a los teléfonos inteligentes está lacerando el aprendizaje y la atención que los alumnos ponen en sus horas de clase.
La iniciativa está respaldada desde la presidencia. Emmanuel Macron ha prohibido que las escuelas públicas acepten teléfonos desde la primaria y hasta la preparatoria. Y es que Francia, al igual que las naciones tecnológicas del primer mundo, han visto como la niñez y adolescencia pierden horas enteras en las pequeñas pantallas que están disponibles en sus bolsillos. La intención es generar más concentración, interés en las clases y comunicación verbal con sus compañeros.
En naciones como Estados Unidos, Canadá o Francia, el uso de teléfonos inteligentes entre adolescentes llega a más del 90%. Además, los estudiantes mantienen generalmente planes con datos de internet, lo que les permite acceder a contenidos y mensajes online inmediatos. Esto ha provocado una caída en las calificaciones y pasillos curiosos en donde grupos de amigos no se hablan de frente, tan solo por celular.
Estudiantes franceses. Fuente: Le Monde
Para Macron, esta prohibición es parte de sus promesas de campaña. El francés siempre ha dejado ver su interés por temas de tecnología y en especial de educación juvenil. Ya desde su campaña presidencial, el filósofo y economista aseguró que su gobierno tendría una especial atención a los problemas de la educación francesa, sobretodo en el tema de las escuelas públicas. Con la llegada de la prohibición de celulares en aulas, los estudiantes han tenido que modificar sus formas de comunicación en el interior de las escuelas.
Gran parte de esta medida también busca evitar abusos como el chantaje online, el acoso cibernético, el bullying digital y el envío de fotografías comprometedoras entre alumnos. La medida ha sido aplaudida por padres de familia y sobretodo por profesores, que acusaban la total falta de atención de sus alumnos a las horas de clase. La medida se ha hecho popular y en Estados Unidos cada escuela puede decidir si permitir o no los celulares en el aula.
Pero el problema viene al intentar una vigilancia en cada alumno. La nueva ley francesa permite a los alumnos traer sus celulares a la escuela y se les pueden confiscar durante unos días en caso de que alguna autoridad los encuentre utilizándolos. Pero este tipo de vigilancia queda rebasado por la cantidad de alumnos, por lo que resulta común ver que los estudiantes publican contenido en redes sociales justo a la hora de sus clases.
