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China y Latinoamérica se unen mientras UE complica acuerdos económicos

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China desplegará en América Latina una política para ganar influencia y tener mayor presencia en esta región. El país ha desarrollado una serie de proyectos, préstamos e infraestructura en otros países como Yibuti, Mongolia y Pakistán. Según información de El País, Pekín está vinculándose con el mundo académico, los medios de comunicación, la cultura y la política de varios países de este continente.

El modelo propone que haya cooperación transversal entre universidades, promoción de la cultura China y programas de intercambio con figuras latinoamericanas influyentes. Los críticos ven en este proyecto de Pekín una captación de las élites locales con fines perversos ya que buscan ganar su voluntad, por lo que este modelo levanta sospechas.

En los dos últimos dos años China ha creado acuerdos de colaboración y coproducción con grupos mediáticos audiovisuales. Tal es el caso de la agencia china Xinhua que hizo alianzas con varios grupos de comunicación próximos al kirchnerismo. China Global Television Network hizo lo mismo con Grupo América de Argentina, Telesur de Venezuela y en Perú con IRTP.

Aunque China ve en estas alianzas una manera de conocerse mutuamente, los críticos señalan que mediante el financiamiento de estos proyectos se muestra una imagen amable del régimen chino. Además de tratar de neutralizar a los medios con la ganancia económica.

A finales de 2016 se realizó en Chile la cumbre de medios de China y América Latina. Un testigo dijo a El País que: «fue un mercado persa donde los chinos ofrecieron de todo, porque al final, lo que quieren es colocar sus contenidos en América Latina». En sus contenidos se puede detectar que buscan mostrar al país como benigno y responsable. Aunque China busca irrumpir en los medios de otros países, los suyos permanecen cerrados a los extranjeros.

El presidente chino anunció en Lima que concederá una oportunidad de capacitación a 10 mil latinoamericanos hasta 2020. Personas con influencia en Latinoamérica también son invitados a China durante semanas, su objetivo es convertirlos en embajadores de la imagen de este país que buscan proyectar hacia afuera.

Una propaganda diseñada a la perfección

Estas visitas están perfectamente diseñadas para mostrar una buena imagen de China a los invitados sin que se aborden asuntos sensibles. No se habla de la democratización del país, los derechos humanos o la represión del Tibet. Al final los invitados halagan públicamente al régimen. También les ayuda el desconocimiento que hay sobre China en América Latina por lo que hay una ausencia total de crítica.

Martin Hala, académico de Praga y experto en las relaciones de China con otros países, aseguró que: «la interferencia de China en el extranjero está basada en los mismos principios que la propaganda doméstica del PCCh: censura, coacción y manipulación«. El hecho de que la cultura oficial sea la única a la que los otros países puedan acceder da la ilusión de que no hay voces que se opongan al régimen.

El problema de corrupción que existe en América Latina podría ayudar a que la influencia de China en estos países se acelere. En países como Australia, China se infiltró por completo por lo que este país ya realizó una legislación para prohibir su interferencia y esto causó una tensión diplomática entre ambos.

Lee la nota completa en El País.


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