Transportistas monopolizan carreteras de México con apoyo del gobierno | BREAKING

Transportistas monopolizan carreteras de México con apoyo del gobierno

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Una investigación de la revista Proceso sacó a la luz el monopolio que una compañía transportista ejerce sobre el control de las carretas de una región en el país con apoyo del gobierno federal para conservar su dominio.

La investigación se centra en el esfuerzo que la empresa denominada Transportación Terrestre UNE, ha realizado durante los últimos dos años por entrar al mercado del autotransporte de lujo para pasajeros.

Sin embargo, diversos obstáculos burocráticos le han impedido comenzar funciones, pese a que ya le habían autorizado ser proveedor del servicio entre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la ciudad de Cholula en Puebla.

De acuerdo con la publicación, la firma Estrella Roja, propiedad de la familia Alcántara Rojas, perteneciente al llamado Grupo Atlacomulco del PRI, impuso ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), una serie de amparos para impedir el funcionamiento de la nueva empresa.

Sector transportista y sus incalculables ganancias

La investigación de Proceso hace hincapié en la imposibilidad de conseguir cifras exactas respecto a las ganancias del sector transportista, pero señala que durante 2017, casi 3 mil 700 millones de usuarios compraron un boleto de autobús, lo que significa ocho de cada 10 mexicanos viajaron en este medio de transporte.

Ante este panorama, la competencia es un factor clave, pero a la vez controversial, pues según explica el citado medio “el valor del mercado y la identidad de quienes lo controlan, es un dato que ninguna instancia quiere transparentar ni la SCT ni la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasajero y Turismo (Canapat), que está en manos de las grandes empresas del ramo”.

Según lo revelado, durante la actual administración, los funcionarios encargados de este rubro “fueron personas del primer círculo político y familiar de Peña Nieto, incluido un hermano de Alfredo del Mazo Maza, actual gobernador del Estado de México y primo del presidente de la República”.

A partir de este hecho, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) inició en noviembre de 2017, una investigación por la presunta existencia de prácticas monopólicas absolutas para impedir la llegada de competidores en la red de carreteras, sobre todo hacia la frontera sur y el Golfo de México.

Lo anterior está basado en propias cifras de la SCT, quien asegura en sus reportes que seis de cada 10 autobuses de autotransporte de pasajeros, pertenecen a las grandes empresas, sin detallar cuáles son.

Acorde a la publicación, parte de las rutas investigadas cuenta con participación del Grupo IAMSA (Inversionistas en Autotransportes Mexicanos), empresa filial de Estrella Roja.

Mantener el dominio de las carreteras

La historia de la empresa Transportación Terrestre UNE comenzó en mayo de 2016 cuando un grupo de inversionistas poblanos, pertenecientes a sector financiero, de servicios y de la construcción, solicitó el permiso para la prestación del servicio de transporte terrestre de pasajeros entre Cholula y el AICM.

La idea era crear un nuevo servicio de lujo de uno y dos niveles, así como de vehículos particulares. Para ello, el Comité Interno de Contratación, Tarifas y Crédito de los Servicios Aeroportuarios, Complementarios y Comerciales (Cocosa) del aeropuerto le asignó a la empresa, espacios en ambas terminales con una renta de 180 mil pesos al mes, entre octubre de 2016 y septiembre de 2020.

Además, la UNE compró 16 autobuses; 12 de dos pisos y cuatro de uno, así como 28 vehículos y camionetas para el traslado de los pasajeros, incluidas matrículas de circulación y pólizas de seguro, las cuales son más costosas en el caso del sector de lujo.

Tras el amparo impuesto por Estrella Roja, quien aludió ser permisionario principal de la ruta terrestre entre la Ciudad de México y Puebla desde hace 70 años en octubre de 2016, la UNE quedó paralizada.

En entrevista para Proceso, David Avayou, representante del grupo de los siete inversionistas de UNE y administrador general de la empresa, aseguró “hemos tenido pérdidas por 230 millones de pesos, entre el pago de los autobuses, las pólizas y los seguros, que para poder mantenerlos debemos seguir pagando”.

Asimismo, los autobuses y algunos de los vehículos, rediseñados a petición de UNE para brindar más confort, están abandonados y empolvándose en naves de la zona industrial de Puebla.

Han sido dos años de pérdidas por los obstáculos de la Dirección de Autotransporte de la SCT para entregar las placas a las unidades y ahora de la negativa del AICM para entregar los espacios en sus dos terminales, a pesar de que ya había dado su opinión favorable”, aseguró Avayou.

Todo esto, pese a la investigación de la Cofece y la negativa del amparo que el juez sexto de Distrito le negó a Estrella Roja en mayo de 2016. Ahora, la batalla legal continua sin revelar un escenario positivo para la nueva compañía transportista.

Lee la investigación completa en la edición 2181 de Proceso