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Moreno Valle ya quiere la presidencia en 2024 usando el modelo Díaz Ordaz

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Puebla

Resulta imposible no conocer su nombre o su imagen. El panista más ávido de poder proviene de Puebla, un estado plagado de deuda, problemas con el robo de combustible y una acusación enorme de fraude electoral. Rafael Moreno Valle se ha curtido una imagen cercana a los intereses empresariales y lejana de la protección a los derechos humanos. Durante su mandato, se han hecho ricos algunos y han sido perseguidos otros. Este es el currículum de un hombre que quiere llegar a la silla presidencial en el 2024.

Para el panismo, este año fue uno de los peores en su historia. Su popularidad cayó en un abismo en prácticamente todo el país, excepto en dos estados de inmensa tradición católica: Guanajuato y Puebla. En este último estado gobernó Moreno Valle con mano dura y ahora resultó ganadora su esposa, Martha Erika Alonso de Moreno. Con poder aún en el territorio poblano, Moreno Valle ya mueve fichas políticas para hacerse con la presidencia de Acción Nacional.

Estas estrategias son similares a las de un reconocido priísta del siglo pasado: Gustavo Díaz Ordaz. También nacido en Puebla, el priísta se fue haciendo con el poder político suficiente hasta instaurar una de las presidencias más violentas e intolerantes en la historia de nuestro país. Moreno le debe algunas prácticas a Ordaz. El panista militó en el PRI durante quince años, por lo que tienen bien estudiada la estrategia del partido más antiguo de México. Además, ahí generó amistades importantes que lo ayudarían en su andar político.

https://twitter.com/RafaMorenoValle/status/1030457831407984640

Durante su aplaudido cambio de gobierno en Puebla, después de su victoria electoral, Moreno se vendió como el gobernador del empleo, el cambio y la paz. Para los primeros años de su gobierno se empezó a notar su tradición priísta al aumentar la deuda del estado y entregarle contratos jugosos a empresarios cercanos a él. Después, buscó la paz poblana a través de una dominación de los medios de comunicación locales y un golpeteo total a los derechos humanos a través de la cero tolerancia a manifestaciones sociales.

Curiosamente estas actitudes son muy similares a las de Díaz Ordaz, el poblano que generó un gobierno a baso de militarización, uso de la fuerza y poca tolerancia a la crítica. Además, ambos comparten el repudio por la prensa libre. Después de abandonar el gobierno de Puebla, Moreno Valle levantó rápidamente la mano para ser el candidato presidencial de Acción Nacional y luego Frente por México. No logró los apoyos necesarios y vio cómo un queretano se insertaba en la vacante.

Un estudio contundente de la universidad Iberoamericana, campus Puebla, muestra el hambre de poder del poblano y sus alianzas empresariales con amigos poderosos. A Moreno Valle se le acusa de crear una red de contratos de adjudicación directa para “modernizar” al estado. Gracias a esquemas de deuda público-privada, el panista siendo gobernador llevó al estado a un endeudamiento alarmante.

Durante su gobierno resaltan restauración, proyectos y obras altamente costosas y algunas innecesarias. Los ejemplos abundan: el Museo Internacional del Barroco, el Parque Paseo del Teleférico, plataformas de Audi en Puebla y el segundo piso de la autopista México-Puebla. Este último proyecto costó mucho más de lo esperado y pareció más un capricho del poblano para agradar al presidente que una obra urgente.

Con este historial, Moreno Valle pretende colocarse al frente del panismo nacional. Su intención es también restarle poder a los calderonistas, un grupo que parece se quedará con el control del partido católico-conservador. Siendo una minoría durante el próximo sexenio, Moreno no se muestra nervioso debido a que aún gobernará en Puebla y si todo sale bien, podría aspirar a entrar en la boleta electoral en 2024.

Con información de Proceso.

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