Han desaparecido varias obras de arte en Los Pinos, en riesgo patrimonio cultural | BREAKING

Han desaparecido varias obras de arte en Los Pinos, en riesgo patrimonio cultural

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Desde 1934, la residencia oficial de Los Pinos ha sido depositaria de objetos con gran valor artístico, los cuales a lo largo de 14 sexenios han aparecido y desaparecido, poniendo en riesgo el patrimonio cultural de todos los mexicanos.

La residencia oficial ha cambiado en múltiples ocasiones de decoración para engalanar obras de artistas de talla de José María Velasco, Rufino Tamayo, José Luis Cuevas y David Alfaro Siqueiros, por mencionar a algunos.

Así candiles de cristal checoslovaco, pisos de mármol, piezas de talavera de Puebla y muebles tallados de marquetería se entremezclaron para crear ambientes al gusto de las familias que lo habitaron en las últimas décadas.

Una investigación realizada por el diario El Universal reveló la situación que enfrentan muchas obras de arte que a lo largo de los años han desaparecido, presuntamente a manos de particulares, evitando que el verdadero dueño, el pueblo mexicano tenga acceso a estas piezas.

Especialistas, periodistas y testigos de la vida cotidiana y familiar de Los Pinos, apuntan a que muchas cosas se han perdido a lo largo de los años y que pese a inventarios que pocos conocen, al parecer no existe registro oficial de qué es lo que ha sucedido con gran parte de este patrimonio”, explicó el citado medio.

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Foto: Twitter Periodico Izcalli

Es importante precisar que en anteriores administraciones, remodelaciones mandaron algunos objetos a bodegas, mientras que otros fueron solicitados por funcionarios públicos para adornar sus oficinas particulares; al tiempo que unos más han tenido como destino el Palacio de Bellas Artes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) o el Conservatorio Nacional, en el caso de algunos pianos.

Los Pinos, un bien público con criterios privados

La investigación plantea, realizar un inventario minucioso de todas las piezas con valor artístico, monetario y cultural que existen en Los Pinos, para conocer las que todavía se encuentran en la residencia.

Para ello, solicita involucrar al Instituto Nacional de Bellas Artes, Centro Nacional Conservación y Registro del Patrimonio Artístico, así como a un grupo de especialistas independientes “para puedan explicar qué ha pasado ahí, cómo y dónde están tantas cosas”.

La propuesta coincide con la de Alejandra Frausto, probable titular de la Secretaria de Cultura, quien indicó que sería relevante saber lo que hay dentro del recinto, ya que muy poca gente conoce el patrimonio de esos edificios.

Vale destacar que la investigación periodística señaló que muchas de las piezas de arte que existen en Los Pinos son patrimonio cultural inédito para los mexicanos, lo que incrementa su valor en el mercado y las hace blanco de los criminales.

Foto: Primer Plano Magazine

La historia de Los Pinos

La construcción de la residencia, donde han habitado los últimos 14 Jefes de Estado del gobierno mexicano, alcanza un costo superior a los 2 mil millones de pesos, cuyo terreno abarca 110 mil metros cuadrados, extensión tres veces mayor a la de la Alameda Central.

Residencias al estilo francés y californiano se encuentran alrededor del terreno, rodeado de hermosos jardines, fuentes y lagos, a los cuales han tenido acceso muy pocos mexicanos desde su construcción.

El terreno forma parte del Bosque de Chapultepec, siendo que hacia 1550 se construyó un molino de trigo, perteneciente a la Corona Española, de ahí viene su denominación como Molino del Rey.

Para el siglo XIX, el terreno pasó a mano de varios dueños, quienes realizaron diversas construcciones con jardines, caballerizas y hasta un estanque, como se narra en el libro Los Pinos: ésta es tu casa, editado en 2002 a petición de la familia Fox.

Poco después se construyó un rancho denominado La Hormiga, mismo que fue expropiado durante la época de la Revolución, por encontrarse en una ubicación estratégica entre el Paseo de la Reforma y el Bosque de Chapultepec.

En 1934, el general Lázaro Cárdenas fue el primer presidente de México en habitar la residencia, porque consideraba el lugar como austero a comparación con el Castillo de Chapultepec, lugar donde habían vivido los anteriores mandatarios.

Así, el sitio cambió de nombre a Los Pinos, en honor al rancho en Tacámbaro, Michoacán, donde Cárdenas conoció a su esposa, el cual se encontraba ubicado frente a un enorme bosque repleto de pinos.

Es importante precisar que de 2000 al 2012, la residencia oficial estuvo abierta a visitas del público a petición de Vicente Fox. Esta modalidad permitía que los mexicanos pudieran conocer la casa del poder como símbolo de democracia y transparencia; sin embargo, a la llegada de Enrique Peña Nieto, las visitas fueron suspendidas.

Lee la investigación completa aquí.


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