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¿Austeridad de AMLO tocará a miembros del Colegio Nacional?

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La misión de Morena de aplicar severos recortes de hasta el 50% a miles de puestos en el gobierno mexicano está generando protestas en sitios diversos, desde los magistrados mexicanos hasta los intelectuales. En el antiguo Colegio Nacional, desde investigadores, pasando por artistas y escritores, ya está afinando las gargantas para protestar sutilmente por los recortes salariales de López Obrador.

Hay menos de cuarenta miembros en este colegio especial que creó el priísta Ávila Camacho en la década de los cuarentas. Pero sus salarios rebasan fácilmente los 108 mil pesos mensuales que ganará el tabasqueño y la misiva es clara: nadie podrá ganar más que el presidente. Derivado de esto, los conflictos internos entre quién merece y quién no los salarios ya aparecen.

Durante el año pasado, cada miembro recibió más de 164 mil pesos mensuales; es decir, cerca de dos millones de pesos anuales. Considerando que hay 37 miembros activos en el Colegio Nacional, el presupuesto anual es de 23.6 millones de pesos divididos entre pocos miembros selectos, en donde destacan perfiles como Enrique Krauze, Juan Villoro y León-Portilla. El año pasado se agregó el cineasta Alfonso Cuarón.

Creado para permitir la creación artística, el Colegio Nacional ha mantenido salarios considerables a intelectuales como Octavio Paz, Diego Rivera, José Vasconcelos, entre otros. La estadística deja en claro una cosa: este beneficio siempre ha aplicado para una inmensa mayoría masculina. Actualmente, las mujeres beneficiadas representan apenas el 7%, solamente cuatro de ellas en la historia.

Los cortes del plan de austeridad de Morena han calado dentro del Colegio Nacional, revela una fuente del partido guinda a LPO. Argumentan que se ha generado un aire mesiánico de sus integrantes y con sueldos muy superiores a los del próximo presidente de México, se desajusta el estilo de vida de varios artistas, intelectuales e investigadores al aplicar un recorte. Aunque no hay posicionamientos directos, otros intelectuales fuera del colegio ya critican sus formas de vida.

Las críticas los acusan de “usurpar erario público”, es decir, ser escritores afines a lo que le conviene a los presidentes de México. Esto, claramente y como sucede con algunos medios de comunicación, puede modificar el discurso crítico de los beneficiarios de más de 160 mil pesos al mes para no criticar a quien les da el dinero de por vida. Y es que del Colegio Nacional se obtiene algo parecido a una pensión vitalicia, siempre y cuando se cumpla con algunos trabajos internos como conferencias o presentaciones.

Este grupo de intelectuales y artistas favorecidos por el estado se reúnen en un edificio antiguo de la Ciudad de México en la calle Donceles, número 104. Ahí, a diario se presentan conferencias en donde participan algunos de los beneficiados, todo con la intención de apoyar el arte en el país de manera gratuita. Pero conviene preguntar, ¿se apoya al arte y a la ciencia en México con salarios inflados al nivel de un magistrado mexicano?

Otra gran queja sobre la operación de este colegio es que les tomó 32 años poder admitir a una mujer y hay una representación tan mínima de la parte femenina en el Colegio Nacional que se ha llegado a hablar de un centro misógino, en donde ciertos hombres privilegiados entran y se aseguran un sueldo increíble de por vida. Un ejemplo claro es Enrique Krauze, un historiador alineado con el gobierno peñista que mantiene contratos jugosos con el gobierno mexicano a cambio de no hablar mal de ellos.