Grupo Bimbo, Zara México, Asur y Banamex se inclinan ante Antonio Meade
Ante un clima de pánico, el coordinador de campaña de José Antonio Meade, Aurelio Nuño, está vendiendo a su candidato como el hombre que habrá de absorber el total de los votos indecisos. Para lograr imponer esta idea de un México mejor de la mano de seis años más de priísmo, Meade se reunió con empresarios mexicanos y obtuvo un fuerte apoyo de este sector.
En una reunión con hasta 300 hombres de negocios, Meade prometió continuar con el modelo que el presidente Enrique Peña les ha concedido y prometió que habrá de mejorar la inversión en el país y que también les dejará abierto el camino para que sus empresas continúen funcionando como lo hacen, sin intenciones de revisión de contratos. Con esta oferta, varios empresarios le garantizaron su apoyo este primero de julio.
Entre los hombres presentes estaban muchos de los empresarios más ricos de México. Destacaron nombres como Arturo Elías Ayub, el yerno del hombre más rico del país, que dejó clara su estrategia para no figurar directamente entre los empresarios que aplaudieran a Meade en público. Sin embargo, su enviado confirmó el apoyo. Además, estuvo presente la heredera de Grupo Bimbo, Marinela Servitje. También del área banquera y textil hubo agregados, como el líder de Banamex y la española Zara.
Meade se mostró cómodo ante el empresariado nacional y les prometió una presidencia a modo para sus intereses. Les digo que “están del lado correcto de la historia” al apoyarlo y mostró confianza al hablar de una elección apretada entre López Obrador y él cuando se cierren las urnas el próximo domingo. Lo cierto es que el PRI sí mantiene un fuerte apoyo empresarial que podría, al menos, arrebatarle el segundo sitio a Ricardo Anaya.
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Si bien el partido en el poder mostró la convocatoria que mantiene entre muchos de los empresarios más ricos de México, los tres hombres con mayor fortuna en el país se excusaron para no asistir al encuentro con Antonio Meade. El principal ausente fue Carlos Slim, seguido del polémico Germán Larrea, dueño del consorcio minero más poderoso del país. También ignoraron la reunión Claudio X. González, el principal empresario en contra de López Obrador.
A cinco días de las urnas, los empresarios pueden presumir que sus intereses distorsionaron las agendas presidenciales. México es un país de inversión privada y los líderes de traje lo dejaron claro con sus posicionamientos. Hubo sus preferencias. Alejandro Ramírez, dueño de Cinépolis, se mostró listo para un gobierno de López Obrador. Empresarios como Pedro Bringas se mostraron muy a favor de Ricardo Anaya, además del presidente de Interceramic. Por el otro lado, Meade mostró mayores preferencias con este sector.
Junto a los líderes de Telmex y Bimbo se añaden empresas como Zara México, NRM Comunicaciones, el fundador de la iniciativa Un Kilo de Ayuda, Grupo GICSA, Banamex, Asur y Cultiba. Todos aseguraron apoyar las propuestas económicas de Antonio Meade muy por encima de las ofertas que les hicieron en varios reuniones los candidatos de Morena y el Frente. Este apoyo puede ser el último gran respiro para que despegue la candidatura de Meade, que palideció durante tres meses.
