Todo indica que no habrá acuerdos del TLCAN antes de las elecciones | BREAKING

Todo indica que no habrá acuerdos del TLCAN antes de las elecciones

- Por

Todo parece indicar que las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no generarán acuerdos antes del primero de julio, fecha en que celebraremos nuestras elecciones federales; estancado como está el proceso en el tema de las reglas de origen y el contenido automotor, la única opción para que se cerraran acuerdos antes de esta fecha sería que Estados Unidos “entendiera que se necesitan equilibrios y flexibilidades”, dijo Ildefonso Guajardo, titular de la Secretaría de Economía en entrevista para la televisión.

El funcionario agregó que hay un 40% de probabilidades de que se logren cerrar los acuerdos antes del 1 de julio; y un 80% de probabilidad de hacerlo en noviembre, antes de que Estados Unidos renueve la totalidad de su Cámara de Representantes y un tercio del senado.

Uno de las principales trabas, subrayó Guajardo, es la cláusula Sunset: la polémica opción que pretenden imponer los negociadores americanos para que, de no estar de acuerdo con los términos del TLC, puedan renunciar al pacto después de cinco años. La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, se opuso a la cláusula apenas fue barajeada en la mesa de negociación.

https://twitter.com/ildefonsogv/status/997183332289994754

Dijo que la Sunset más que una cláusula que medie los intereses de los tres países, es un elemento de incertidumbre al respecto del contenido y la permanencia del tratado; y además, señaló que en el TLC vigente ya hay una cláusula que permite a las naciones salirse: se trata del artículo 2205 que permite a los implicados dejar el acuerdo con una notificación previa de al menos seis meses.

Para Guajardo, la Sunset menoscaba la fuerza del TLC: “todo sería más sencillo si no quisieran imponer la Sunset, porque yo puedo pedirte a ti, industria automotriz, que te transformes, que hagas más cosas en América del Norte, pero si algo no me gusta, en cinco años te dijo: ¿sabes qué? Cambié de opinión. Es un elemento muy grande de incertidumbre”, dijo.

Asimismo, aclaró que México tiene una desventaja en su calendario político, respecto de su vecino del norte: mientras ellos pueden aprobar nuevas reglas al tratado y sub llevarlo a su Congreso, México sí tiene que someter el TLC al voto del Senado, pues se trata de un tratado internacional. Dijo que esto tiene un costo político para México (que se encuentra en la recta final de sus elecciones más grandes, costosas y violentas en la historia) y se hace patente un desbalance en las condiciones de negociación.

“Nada de eso a mí me gusta”, opinó, “porque todo se vuelve muy desbalanceado, necesitamos considerar todos los contrapesos para lograr el equilibrio”; además, subrayó que si la voluntad de Washington estuviera puesta en de verdad acelerar las negociaciones, rápidamente podría pedir que sólo se reescriban las reglas para el sector automotriz y mantener la esencia del TLC 1.0, mantener lo que llaman, un “TLC flaco”.

“Eso le quitaría todas las cosas nocivas como el Sunset y todo lo de agricultura”, dijo el titular.

Por otro lado, Eduardo Sánchez, vocero de la presidencia de la república, insistió en que nuestro país no va a negociar con esa “política de presiones”; dijo: “tenemos muy claro lo que es conveniente y lo que no. No nos vamos a precipitar ni dejar presionar para llegar a ningún acuerdo. Sólo aceptaremos aquellos puntos que sean beneficiosos para México, y si no hay ninguno de esos, no se va a avanzar”.

Dijo esto en alusión a la amenaza de Washington, de abrir una investigación en el tema de las importaciones de autos, camionetas y camiones “por cuestiones de seguridad nacional”, en la cual se están contemplando elevar los aranceles hasta el 25%. Canadá está también incluida en esta posibilidad.

Esta iniciativa que viene directamente desde la oficina oval, ocupada por Donald Trump, fue reprobada por propios y extraños: el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en entrevista para Reuters, dijo que, en efecto, Washington pretende presionar a sus socios comerciales para que cedan a la renegociación.

El presidente de la Cámara de Comercio de los E.U, Thomas J. Donohue, tampoco aprobó la medida; la calificó como “una amenaza de iniciar una guerra comercial; me opongo categóricamente a ella, toda vez que sería un serio golpe para la industria que se pretende proteger”.