Peña ya está planeando negociar con un posible gobierno de AMLO: LPO
Faltan menos de cuarenta días para las elecciones presidenciales y a los rivales de Andrés Manuel López Obrador les ha costado muchísimo acercarse a él en las encuestas. El que más lo ha logrado, Ricardo Anaya, aún está mínimo diez puntos por debajo. La crisis más grande la mantiene el PRI, que no sale del tercer sitio bajo ninguna estrategia.
Ahora, desde Los Pinos ya planean cómo generar una entrega-recepción a un posible gobierno de Morena hasta el 2024. Las alianzas políticas son claves para que un gobierno entrante pueda funcionar de inmediato. Esto lo sabe Enrique Peña Nieto y por eso estaría buscando una alianza benéfica para él en caso de que gane López Obrador.
Esta información la revela La Política Online, asegurando que el presidente priísta estaría buscando colocar a su amigo Raúl Cervantes en la Suprema Corte mexicana. Los caprichos del presidente por insertar a Cervantes en puestos de poder no es nueva. Ya en el pasado buscó asegurarse amistades en la fiscalía general con este mismo hombre a la cabeza. En ese momento, los partidos contrarios no se lo permitieron.
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Las intenciones de Peña por empezar a negociar con el equipo de López Obrador generarían que su gobierno actual le permita una transición mucho más sencilla sobre temas delicados como el tratado de Libre Comercio, el sistema nacional anticorrupción y temas serios de seguridad nacional. La entrega-recepción entre el gobierno saliente priísta y un posible gobierno entrante morenista será bastante difícil si no se llegan a acuerdos. Acorralados por el tiempo, en Los Pinos ya están trapeando la casa.
Esta decisión comprometería la imagen de Morena como un partido que no pacta por conveniencias políticas, al menos no con el gobierno de Enrique Peña Nieto. Desde el lado del bunker de Obrador no hay declaraciones o insinuaciones de que aceptarán este trato que beneficia a Peña en buena parte, pero soluciona varios conflictos para Morena y su posible mayoría en las cámaras legislativas. A cuarenta días de las urnas, estas decisiones son cada vez más riesgosas. Morena, desde su dirigencia, empezó a comentar que Cervantes fue un gran procurador.
Peña insiste en defender sus reformas estructurales y los avances de su gobierno en cada mensaje público. Además, se ha lanzado de lleno a criticar al candidato tabasqueño y sus intenciones de un gobierno lleno de paz. Este pleito que lleva años entre los dos políticos contrarios haría más difícil un acuerdo grande para la entrada de un posible gobierno de izquierda. Obrador es uno de los grandes detractores de Peña y sus reformas, por lo que se ve difícil un pacto de este tamaño. Además, Obrador sumó a Santiago Nieto a su campaña, un guiño totalmente antipresidencial.
Santiago Nieto, el exfiscal que investigaba los supuestos sobornos de Odebrecht y que fue despedido por el Gobierno de Peña Nieto, se suma a la campaña del puntero @lopezobrador_ https://t.co/hvApfXMWJD #EleccionesMéxico
— EL PAIS América (@elpais_america) May 23, 2018
Estos acuerdos cupulares son tradicionales en México y pueden verse claramente en transiciones de gobiernos estatales, en donde es clásico pactar algunas cosas antes de que las oficinas cambien de dueño o logo. Si bien Ricardo Anaya empezó a coquetear con Los Pinos para generar una alianza en contra de Obrador, Peña fue muy directo en negar cualquier acuerdo con el panista queretano. Por lo que podría simpatizar más con Morena, antes que con el Frente que mantiene pocas posibilidades de triunfo.
