Joaquín López-Dóriga obtuvo 162 millones en contratos del gobierno de Peña Nieto
Desde que Vicente Fox llegó al poder y ahora que Enrique Peña está por terminar su sexenio, López-Dóriga ha recibido contratos millonarios por el concepto de publicidad y difusión, que superan por mucho a medios digitales y grupos de medios con trayectoria. Si bien el priísmo ha contratado a varios comunicadores como Ricardo Alemán, Pablo Hiriart o Callo de Hacha, el tema López-Dóriga se trata de forma diferente. El “ticher” es el periodista del poder más rico en este país.
Vamos a las cifras. Los sexenios de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón entregaron a empresas relacionadas con López-Dóriga un total de 208 millones de pesos. Con el gobierno de Felipe Calderón, López-Dóriga se aseguró 46 millones de pesos que lo convierten en uno de los comunicadores mejores pagados de América Latina. Pero las cosas mejoraron con la llegada de Peña Nieto, durante su sexenio ha recibido 162 millones de pesos.
Fanático de los trajes, los calcetines de colores y las propiedades, la vida de López-Dóriga ha mejorado gracias a los contratos que ha logrado con el Gobierno Federal y a varias empresas en donde él labora, y su esposa funge o fungía como apoderada legal, Adriana Pérez Romo López Dóriga y donde actualmente María del Rocío Aguilar Darriba firma como representante legal. Gracias a su firma, el imperio del matrimonio Dóriga no ha dejado de crecer.
Las empresas
Para comprender los acuerdos económicos de Dóriga y su actual representante legal María del Rocío Aguilar Darriba, debemos de conocer las empresas que durante los últimos años han servido para generar los contratos con las diversas dependencias del gobierno. En principio está la polémica Astron Publicidad S.A. de C.V. y Ankla Comunicación, SA. de C.V. ambas brindan servicios de difusión de spots en radio a través del programa de López-Dóriga que se transmite de lunes a viernes de 13:30 a 15:30 por las estaciones XERFR-FM 103.3 y XERFR-AM 970 de Radio Fórmula o en el programa de Oscar Mario Beteta de 5:30 a 10:00 y el programa de Ciro Gómez Leyva que se transmite de 08:00 a 10:00 hrs, donde las tarifas rondan los $140,000 MXN más IVA por comentario de Dóriga.
También debemos verificar la evolución del comunicador, que pasó de conductor de noticieros a panelista, opinólogo, conferencista, moderador, entre muchas otras facetas. Una de las ganadoras es su portal web oficial lopezdoriga.com, operadas por Premium Digital Group SAPI de C.V. o Premium Digital S.A. de C.V. y Premium Digital S.A.P.I de C.V., que prestan servicios de banners en el sitio lopezdoriga.com que rondan precios de $250-$500 MXN por CPM (costo por mil impresiones); y recientemente, la empresa Plataforma Digital Joaquin Lopez Doriga S. de R.L. de C.V., que despegaría como la plataforma ideal de varias dependencias del gobierno para adjudicar de forma directa dinero público. Todas estas comparten al mismo representante legal o domicilio fiscal.
Los contratos varían y van desde publicidad a la secretaría de Marina, pasando por la secretaría de Educación Pública, la Lotería Nacional, hasta el Seguro Social, la PGR y la Secretaría de Hacienda.
Prácticamente todas las dependencias del gobierno de Enrique Peña Nieto han decidido pagar para que Dóriga les hiciera publicidad. Como resultado, el conductor ha disfrazado estas alianzas como noticia del día a día, favoreciendo en contenidos y tiempo en medios a sus benefactores. Esto es totalmente ilegal desde el 2014, pero no hay vigilancia sólida para sancionar a los comunicadores que se disfrazan de periodistas. Por lo que México es el país ideal para que el gobierno inserte sus intereses en las noticias que llegan a diario a millones de mexicanos.
Los contratos brillan por la cantidad de dinero involucrado. En un ejemplo podemos ver como el IMSS le cedió 33 millones de pesos a López-Dóriga solamente en cuestión publicitaria. Si comparamos este monto con un tratamiento de cáncer (60 mil pesos), por ejemplo, el Seguro Social bien pudo ayudar a 550 pacientes con esta enfermedad, en lugar de dárselos íntegramente a López-Dóriga.
¿Qué publicidad vende López-Dóriga?
Su gran tirada ha sido su página oficial. Es ahí en donde ha insertado banners de todo tipo que promueven instituciones públicas y privadas. Citemos un ejemplo, la empresa de publicidad de Dóriga llega a Banobras. Tienen en la mano millones de pesos que el comunicador convierte en cintillos que se exhibirán en su página web. Por un banner de 300×250 píxeles, uno más de 400×400 y uno de 728×90, Banobras le otorga 2 millones de pesos a empresas de López-Dóriga en dos facturas.
Los servicios del portal de Joaquín López-Dóriga y los tiempos que permite a sus patrocinadores en los radio donde labora como conductor de noticieros son una base enorme para comprender los alcances y los favoritismos de este conductor, nacido en España hace 71 años. Y es que si buscamos a una figura actual que emule el servilismo de Jacobo Zabludovsky, toda referencia nos llevará a Dóriga. Aunque en este caso, Joaquín no opera sólo y su nombre es ya una industria dedicada a la publicidad política en medios.
Si bien los contratos entre las dependencias del gobierno federal y López-Dóriga no son ilegales y forman parte de los tradicionales acuerdos publicitarios del sexenio, sí es cierto que dentro de las opciones de publicidad se insertan noticias en donde se da preferencia a las agendas de los patrocinadores. Esto queda claro al leer los contratos de una de las empresas de Dóriga.
Por ejemplo, a Banobras en el 2015 se le ofrecieron servicios de publicidad en los espacios de López-Dóriga. El dinero disponible eran 500 mil pesos y se distribuían en spots de audio de 30 segundos y cortinillas de entrada o salida en el programa. Hasta ahí todo bien, pero también las opciones incluyen “comentarios sobre alguna noticia actual”. Es en este apartado en particular en donde el dinero entregado puede alterar drásticamente la línea editorial de un programa o comunicador.
Esta práctica sometió a Televisa, El Universal y otros medios durante el sexenio Peñista. Y según la información que estamos presentando, la línea editorial de López-Dóriga sufrió el mismo giro. El presidente Enrique Peña derrochó 40 mil millones en publicidad y este es un gran ejemplo de la forma en la que operó el sexenio.
Curiosamente, desde el 2012 el PRD ya denunciaba un plan enorme que ejecutaría el presidente electo Enrique Peña con la empresa Televisa para difundir “infomerciales” y “publirreportajes” (noticias pagadas) a través de sus principales comunicadores, entre ellos Joaquín López-Dóriga. La solicitud del partido amarillo resultó bastante acertada.
La página oficial de López-Dóriga
Ahora que sabemos cómo funciona la publicidad en el portal y los canales de comunicación del conductor, es tiempo de que revisemos la página en donde termina mucha de esta publicidad al gobierno. El dominio lopezdoriga.com aporta notas diarias sobre temas políticos, sociales, económicos y de cultura general. En fin, funciona como cualquier medio digital regular. Ahí también se comparten las columnas de personajes como Carlos Marín, Héctor Aguilar Camín e incluso el hijo de López-Dóriga, Joaquín López-Dóriga Ostolaza.
Cuando evaluamos los alcances de la página, podemos darnos cuenta de que no tiene ni una tercera parte de los alcances de medios líderes con un enorme impacto en internet como aristeguinoticias.com, www.sdpnoticias.com o www.animalpolitico.com. Aún así, las dependencias de gobierno han preferido invertir millones de pesos en una página de internet con un alcance decente, pero no importante para llegar a la mayor cantidad de audiencias.
La página está a nombre de la empresa Premium Digital Group SAPI de CV, con domicilio en Montecito 38, Piso 16 Oficina 4 de la colonia Del Valle, ubicada en la delegación Benito Juárez, código postal 03810, Ciudad de México. En este mismo sitio se advierte que los visitantes a la página habrán de ceder sus datos: primer nombre, teléfono y correo electrónico, bajo la advertencia de que estos “datos personales pueden ser transferidos y tratados dentro y fuera del país, por personas distintas a esta empresa”.
La caída del favorito
Dóriga logró controlar la fórmula noticiosa en Televisa, la televisora más vista en México. Durante años, Joaquín López imponía su visión en los horarios estelares de la televisión mexicana y toda una generación creció escuchándolo difundir noticias que venían patrocinadas y que se mostraban alteradas a públicos masivos.
Todo iba muy bien en la vida del matrimonio Dóriga hasta que entró a escena una de las mujeres más poderosas de México: María Asunción Aramburuzabala. La heredera del Grupo Modelo y experta en bienes raíces denunció que el matrimonio Dóriga la estaba extorsionando para permitirle continuar la construcción de un edificio de departamentos de lujo en Polanco, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México.
El pleito escaló a nivel nacional y dejó ver que el poder de los Dóriga iba más allá de la información. Según Aramburuzabala, también formaban parte de una élite que decidía qué proyectos inmobiliarios se harían en esta zona de la capital mexicana. Como resultado del pleito y una investigación de la revista Proceso que ponía el caso de Dóriga en su portada, Televisa empezó a incomodarse con la imagen que proyectaba su conductor estrella con este escándalo.
Todo derivó en una abrupta salida de López-Dóriga del noticiero estelar de Televisa. La ruptura fue amable, según el comunicador, pero quedó relegado debido al escándalo. Pero no por eso Dóriga se ha detenido. Aún es un comunicador necesario para la gran televisora mexicana y está invitado a varias mesas de análisis y entrevistas. Además, Joaquín mantiene programas de radio y actualmente dirige el programa Si me dicen no vengo, dedicada al debate político.
Lo cierto es que López-Dóriga y sus empresas, han recibido al menos 208 millones de pesos comprobables por parte de distintas presidencias en el país. Su impacto en los medios ha beneficiado tanto a los gobiernos panistas de Fox y Calderón, como al actual presidente de México, el priísta Enrique Peña Nieto. Esto deja en claro que la labor de Dóriga está mucho más ligada a la publicidad que al periodismo.