Senado reclama a Ernesto Cordero que use la Cámara como vocería del PRI | BREAKING

Senado reclama a Ernesto Cordero que use la Cámara como vocería del PRI

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Hubo tormenta en el senado: representantes de la Cámara alta de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolución Democrática (PRD) increparon a su presidente, Ernesto Cordero, su falta de imparcialidad respecto a sus opiniones en el caso de Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente, investigado por su posible relación en un caso de lavado de dinero.

El marco temporal en que se ha dado esta investigación, paralela a la de los escándalos por desvíos de millones en la Secretaría de Desarrollo Social, en tiempos de Rosario Robles y de José Antonio Meade, hoy candidato a la presidencia por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha dado pie a su posible uso con fines electorales.

Se ha dicho incluso que el caso de Anaya se está utilizando para sacarlo de la contienda electoral, y con ello beneficiar al candidato priista; esto ha sido secundado por Andrés Manuel López Obrador. En medio de toda esa querella, el día de ayer, el presidente del senado, Ernesto Cordero, también miembro del PAN, declaró en conferencia de prensa que la Procuraduría General de la República (PGR) debería de acelerar lo más posible las investigaciones contra Anaya.

“Yo exhorto a la PGR a que se le meta celeridad al asunto, es muy importante que haya absoluta tranquilidad de que todos nuestros candidatos no tienen cuentas pendientes con la justicia”, dijo, y agregó que: “una persona, y más un candidato a la Presidencia de la República, debiera estar concentrado en despejar cualquier duda sobre su nombre, en lugar de buscar cómo generar más humo; creo que ahí es donde debería estar concentrado el esfuerzo de Ricardo Anaya y no en desprestigiar más a las instituciones, porque se les exige cuando se trata de otras cabezas y cuando se trata de la propia, de la de él, entonces es que decide denostar a las mismas”.

El contexto en el que estas declaraciones fueron vertidas, y su impacto en los medios de comunicación, levantó algunas preguntas en el senado, en particular en la voz de la senadora del PRD, Angélica de la Peña: “¿Por qué no exige a la PGR que investigue los desvíos de Sedesol en los que están involucrados Rosario Robles y José Meade?”, escribió la senadora en Twitter.

La vehemencia con la que Cordero sostenía sus puntos de vista desató una fuerte controversia en el senado, en donde se le acusó de estar utilizando el recinto como una vocería del PRI. Con este argumento, de la Peña solicitó durante la sesión de hoy, seis de marzo, una “moción de procedimiento”, una figura jurídica que obligaría a Cordero a conducirse con estricto apego a los principios de legalidad, imparcialidad y objetividad, so pena de destitución.

La reacción fue potente; más de dos horas duró el debate. La postura de Angélica de la Peña, era que Cordero había inclinado demasiado sus simpatías políticas, y aunque él tiene la libertad de decir cuanto le parezca, su posición como presidente de la Cámara lo obliga a “representar y garantizar la pluralidad y la imparcialidad por encima de interés particulares o de grupo”.

En seguida, senadores del PAN y PRD secundaron a de la Peña, por ejemplo, Laura Angélica Rojas Hernández, del PAN; ella sostuvo que Cordero había llevado el debate electoral hasta la Cámara y que usaba el micrófono para denostar a un candidato.

Otros, como el senador Isidro Pedraza, expresaron que: “el senador Ernesto Cordero tiene libertad de opinar y de manifestarse, pero no es la posición del Presidente de la Mesa Directiva del Senado la de generar, desde las instituciones, la percepción “de una campaña encaminada, como estrategia de gobierno, a debilitar el avance del candidato más fuerte en este país”.

Para el senador del PAN, Raúl Gracia Guzmán, Cordero estaba abusando de posición para hablar en nombre de todos los senadores, quitándole imparcialidad al proceso. Incluso instó a que Cordero renunciara a la presidencia.

Otros miembros del PRI y del Partido Verde Ecologista, desestimaron la actitud de los inconformes, y sostuvieron que Cordero actuaba en apego a la libertad de expresión, de forma institucional, clara e irreprochable.

Incluso dieron algunos argumentos jurídicos, como Graciela Ortiz González, del PRI, quien explicó desde la tribuna que la “moción de censura” que se estaba promoviendo contra Cordero estaba regulada por el artículo 111 del Reglamento del Senado, que estipula lo siguiente: “se habrá de presentar esta moción cuando se aparte el Presidente del Senado de sus funciones en lo que se refiere a la participación y al funcionamiento del Pleno del Senado”.

Al momento del voto para que la moción fuera procedente, la mayoría que defendía a Cordero fue aplastante: 58 votos en contra, 21 a favor y 11 abstenciones. Cordero libró la destitución.

Horas después de terminada la sesión, en entrevista para Radio Fórmula, Cordero se dijo tranquilo, pero mencionó que la moción había sido un intento de censurarlo: “ellos son los que piden que no se utilice facciosamente a las instituciones, que se defienda la libertad, pero ellos mismos son los que están coartando mi libertad de expresión que como cualquier ciudadano de este país tengo», dijo.

Por su parte, Angélica de la Peña sostuvo en entrevista para W Radio, con Leonardo Curzio, que no se trataba de una censura, sino de un reclamo legítimo, que le exigía a Cordero representar mejor la investidura de presidente que posee, y ejercer su libertad de expresión, sin intentar inclinar la balanza electoral.

Puedes leer íntegro el comunicado del Senado, con el cúmulo de posturas individuales, aquí.