Se duplican violaciones a derechos humanos por autoridades; EPN dice que vamos bien
En sólo un año, las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) aumentaron 117 %, entre 2016 y 2017, lo que significa un grave problema en esta materia y un retroceso, dijo el el titular del organismo, Luis Raúl González.
Durante la presentación del Informe 2017 de la CNDH, el ombudsman sostuvo que el sexenio de Enrique Peña Nieto quedó marcado por violaciones graves a los Derechos Humanos.
“Quisiera hacer algunas reflexiones sobre lo que podría ser un balance general de la situación de los derechos humanos durante los poco más de cinco años de su Administración. Hasta hoy, el balance no es favorable”, dijo el funcionario.
Los casos de Chalchihuapan, Igual, Tanhuato, Apatzingán, Tlatlaya y Nochixtlán quedaron como los casos más representativos que marcaron el sexenio, aseguró González frente al presidente Peña Nieto, a quien recriminó las violaciones cometidas por dependencias encargadas de la seguridad nacional.
En el salón Adolfo López Mateos, en la residencia oficial de Los Pinos y ante el presidente Peña, González Pérez afirmó que en 2017 se tiene registro de un aumento de 117 % de las recomendaciones por violaciones a Derechos Humanos, dirigidas a la Procuraduría General de la República y a la Comisión Nacional de Seguridad —a la que está adscrita la Policía Federal—.
Al respecto, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que aunque existen diferencias de opiniones, en su administración se ha privilegiado la visión de los Derechos Humanos y que la agenda sobre el tema se ha tratado con organismos y la sociedad civil.
“Un gobierno que respeta, escucha y trabaja con la sociedad civil, es un gobierno que comprende que la verdadera democracia se construye mediante un diálogo permanente con los ciudadanos”, dijo, y agregó que considera que se va en la dirección correcta.
No obstante, el ombudsman señaló que las condiciones adversas que enfrentan los mexicanos en la materia no han tenido un cambio significativo desde que el presidente Enrique Peña Nieto asumió la administración federal en diciembre del 2012.
De hecho, el inicio de su mandato estuvo marcado por una serie de protestas y movilizaciones en las que hubo detenciones y personas heridas, tanto de los elementos de seguridad como sociedad civil.
“Ni se ha logrado modificar positivamente el entorno que, cuando inició su mandato, ya enfrentaban millones de mexicanos: inseguridad y violencia, impunidad y corrupción, desigualdad y pobreza”, señaló González Pérez.
El año pasado, la CNDH emitió 97 recomendaciones, cinco por violaciones graves, ocho del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y tres generales. Al respecto, el Ombudsman afirmó que el país requiere seguridad, pero no a cualquier costo.
González Pérez también señaló que las medidas de seguridad que no se basan en el respeto a los Derechos Humanos siempre serán vistas como una imposición autoritaria.
El titular de la CNDH recordó que la semana pasada el presidente Peña dijo ante integrantes de las Fuerzas Armadas que sería “ingenuo y negligente” que el estado renunciara al uso de la fuerza. González descalificó que esa deba ser la única respuesta del Estado.
“Es un error suponer que solo el uso de la fuerza, por legítimo que éste sea, deba ser la única respuesta del Estado ante la violencia y la inseguridad”, dijo el titular de la Comisión.