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Ser discapacitado en México es vivir un infierno laboral

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En tu trabajo y tu día a día, ¿con cuántas personas discapacitadas laborando te encuentras? En el papel, la ley le otorga los mismos derechos a una persona con alguna discapacidad pero en la realidad, es muy difícil para ellos hacerse con un trabajo digno y bien remunerado. Para muchos patrones, la discapacidad es sinónimo de debilidad y falta de compromiso, por lo que la situación laboral de los discapacitados es denigrante.

Según cifras de la asociación civil Impunidad Cero, son al menos 7.1 millones de personas las que enfrentan algún tipo de discapacidad en México. De todas ellas, muy pocas logran acceder a un trabajo digno bien pagado. Esta investigación fue realizada por la maestra Mariana Díaz Figuero, en donde asegura que el desempleo es una constante en la vida de estas personas.

Si bien existen pocas probabilidades de conseguir en empleo, las mujeres tienen el panorama aún más difícil. “Con frecuencia están relegadas a trabajos de bajo nivel y pocos ingresos, con escasa seguridad social y legal, o están segregados del mercado primario del trabajo”, confirma la Organización Internacional del Trabajo. Además, para que una persona con discapacidad pueda trabajar plenamente, es necesario adaptar ciertos espacios o herramientas laborales, algo que los patrones no están dispuestos a realizar.

Es decir, no existe realmente en México un sistema de inclusión y adaptación bien organizado que le permita a las personas discapacitadas realizar sus trabajos de manera plena y segura. Esto a pesar de programas sociales del gobierno federal como el Programa Nacional de Trabajo y Empleo para las Personas con Discapacidad 2014-2018. Una iniciativa que a la fecha no reporta mejoras en las condiciones laborales de los discapacitados a nivel nacional.

Otros factores en contra

Además del calvario de ser una mujer discapacitada en búsqueda de trabajo, otra condición como la pobreza aumenta la desigualdad de estas personas. Si un discapacitado no tiene los recursos económicos básicos, estará condenado a una vida de desempleo y marginalidad en México, comenta el reporte de Impunidad Cero.

Lo cierto es que el gobierno no ha atendido de manera correcta ni el tema de pobreza ni el derecho laboral a personas con discapacidad. Por lo que, a unos meses de que Enrique Peña abandone el poder, se puede calificar como una pésima administración en temas de inclusión laboral a personas discapacitadas.

Además, una persona con discapacidad no dispone del total de su salario. Muchos de ellos, casi el 80%, reportan gastos mensuales para atender su condición. Esto puede ser a través de tratamientos, compra de equipos de apoyo, visitas médicas, medicamentos o inversión en estudios y cuidados especiales. Esto supone un gasto hasta del 50% de sus ingresos, por lo que es sumamente difícil para una persona con discapacidad sobrevivir de manera independiente a su familia, por lo menos en nuestro país.

Otro gran rival para la discapacidad es el prejuicio. Para muchas empresas estas afecciones son instantáneamente un sinónimo de debilidad o imposibilidad, por lo que no se les concede ni siquiera una entrevista de trabajo. “Uno de los mayores obstáculos que enfrentan las personas con discapacidad para ejercer su derecho al trabajo es la existencia de prejuicios y estereotipos que no les permiten demostrar sus potencialidades al ser segregados por las creencias que erróneamente se tienen sobre ellos”, concluye el informe.

Consulta el documento de Impunidad Cero en este enlace.