Cancelar el NAICM sería como renunciar al 3.3% del PIB: Grupo Aeroportuario | BREAKING

Cancelar el NAICM sería como renunciar al 3.3% del PIB: Grupo Aeroportuario

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El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, ha dicho que cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) sería catastrófico. Esta mañana, ante legisladores, en un recorrido que hicieron a través del terreno de las obras del proyecto, el funcionario federal justificó que, sin duda alguna, se trata del aeropuerto en construcción más grande del mundo.

Esta visita ocurre sólo unos días después de que el candidato de la coalición, Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, afirmara ante banqueros que el proyecto resultará demasiado caro, y de llegar él a la presidencia, trasladaría la construcción hacia una zona más rentable.

Dos días después, en Zacatecas, ante empresarios y miembros del partido Morena, dijo que, de llegar a la presidencia, no seguiría con la construcción del NAICM, y que, en su lugar, construiría dos pistas de aterrizaje en el aeropuerto militar de Santa Lucía. “Eso implicaría un ahorro de unos 140,000 millones de pesos”. Esta misma aseveración fue reproducida en sus redes sociales.

Ruiz esparza, no obstante, insistió ante legisladores del Partido Revolucionario Institucional, que el NAICM es un proyecto que se ha querido llevar a cabo desde hace tres sexenios, o más: “es que es necesario para que el país crezca: aquí llegan todos los días, y llegarán todavía más: negocios, turistas, comercio, carga… en fin, una serie de bienes y factores que generan empleos necesarios”, dijo.

Destacó que en la constricción hay 300 empresas mexicanas ya trabajando, y una obra comprometida de 150,000 millones de pesos; 45,000 empleados, con la posibilidad de que a fin de año se lleguen hasta 80,000, y un buen número de beneficios a los municipios aledaños. Incluso agregó que la obra es muy bien vista por los municipios que circundan el área del aeropuerto:

“Más de 80% de la población sabe el beneficio que le está aportando esta obra; y desde luego que la apoyan, porque aquí ya están trabajando sus familiares. Tenemos un sistema de contratación que prácticamente nos permite contratar gente nueva todos los días”.

El director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), Federico Patiño Márquez, también presente en el recorrido, detalló algunos puntos acerca de la saturación en el actual aeropuerto de la ciudad; dijo que su capacidad máxima es de 42,000 pasajeros al año, misma que ya está muy rebasada, pues la demanda crece 9% al año.

“Esta demanda creciente no podría ser cubierta sin este nuevo aeropuerto, y cancelarlo sería como renunciar al 3.3% del Producto Interno Bruto. Significaría rechazar la oportunidad de obtener ingresos equivalentes a eso, con todos los millones de pasajeros que no vendrían a México”, sentenció.

Ruiz Esparza también intervino a este respecto, afirmó que cancelar la obra implicaría que las empresas defendieran su derecho a que se llevara a cabo: “si queremos estar apegados al estado de Derecho, lo primero que debemos es respetar las leyes y las obligaciones sobre todo del gobierno de la República»; y fue enfático en la inviabilidad de la propuesta de Andrés Manuel, de construir las dos pistas en Santa Lucía.

Estas palabras de Ruiz Esparza vienen a raíz de que se conociera que alrededor de 6000 millones de dólares ya se han emitido en bonos bursátiles por parte de la administración del proyecto, y que más de 750 inversionistas participaron, y que una afore, Sura, participó en la emisión primaria.

De acuerdo con Carlos Ramírez, presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), eso significa que los trabajadores del país, a través de las afores, ya son accionistas de la terminal aérea.

“Es una buena noticia que ahorradores mexicanos participen en una de las obras de infraestructura más grandes de los últimos años”, dijo, y explicó que un bono bursátil, es en realidad un contrato, y como todo contrato hay que respetar sus términos; dijo que son miles, sino millones de trabajadores los que esperarían su retorno de inversión para que mejorara sus pensiones.

López Obrador, en cambio, afirmó que, independientemente de la decisión que sea tomada respecto a la terminal, tanto los contratos como los bonos van a ser respetados. Los contratos van a permanecer, sólo que trasladarán su volumen de obra a Santa Lucía, y los bonos tienen el respaldo del gobierno federal y no se van a ver afectados.

“Se van a respetar los contratos, no tienen por qué preocuparse, porque volúmenes de obra que están construyendo ahora en el aeropuerto de Texcoco se van a trasladar a Santa Lucía; pero no solo eso, quiero subrayar que los que tienen bonos por esas inversiones, que tengan confianza porque el gobierno federal va a respaldar esos bonos, es decir, no van a perder”.

La parte oscura del proyecto

Desde el principio de la administración, el proyecto del Nuevo Aeropuerto ha sido justificado por el presidente Enrique Peña Nieto como uno de las grandes consecuencias de su administración y de las reformas estructurales.

Sin embargo, el avance del proyecto no es lo que se había programado, y hay en él una serie de alarmantes inconsistencias. La primera de ellas, los mil millones de pesos desaparecidos que la auditoría anticorrupción reportó a través de sus siete auditorías.

Éstas apuntan precisamente al Grupo Aeroportuario de México, en titularidad de Federico Patiño, como la entidad responsable de pagar excesivamente a contratistas, mantener convenios alterados, incluso sin comprobar.

De acuerdo a las estimaciones económicas, el proyecto completo podría tardar hasta 40 años en terminar de construirse, y se requieren 180,000 millones de pesos para terminarlo. Esto quiere decir que hasta el 2060 este proyecto podría estar terminado y en funcionamiento.

La duda de si es realmente relevante su construcción, o la posibilidad de trasladarlo a un lugar más adecuado, no resulta tan descabellada después de considerado lo anterior.

Ahora bien, la constructora ICA, en enero pasado, ganó la licitación para la construcción de las plataformas del NAICM, con una propuesta económica de 7000 millones de pesos. Se trata de uno de los contratos más importantes; sin embargo, le fue adjudicado a una compañía en bancarrota, que utilizó 400 millones de pesos de dinero de los trabajadores mexicanos para pagar una deuda en 2015.

Esto, gracias al “rescate” de la compañía que habría emprendido el gobierno federal a través del Fondo de los trabajadores del estado: hablamos de la inversión fallida de PensionIssste, que ha sido catalogada por expertos como un escándalo, debido al posible conflicto de interés; además, la noticia de que 400 millones de pesos del dinero de los trabajadores se han esfumado gracias a la reestructuración de la compañía, se da de forma paralela a la noticia de las inversiones que los trabajadores, a través de sus afores, están haciendo en el proyecto. Estos temas ponen en el relieve la necesidad de revisar la forma en que se están otorgando los contratos, a qué empresas; y la viabilidad de las inversiones que las afores están haciendo en el proyecto con dinero de particulares.

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MÉXICO, D.F. Transportation/Transportes-Aeropuerto.- El pasado miércoles, se anunció la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que se realizará sobre cuatro mil 430 hectáreas federales que se ubican en la zona contigua a la actual terminal aérea. Foto: Especial