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La polémica alrededor de AMLO continúa, esta vez con las consultas ciudadanas

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En tiempos electorales hay temas difíciles que los candidatos prefieren evitar. En el caso de la tercera candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, su equipo de trabajo ha preferido usar una excusa tradicional: las consultas populares. Las usan en temas complejos como el aborto, la marihuana legal, la libertad de género y la eutanasia.

En este caso, López Obrador ha asegurado que someterá a consulta ciudadana varios tópicos sobre los cuales no tiene una opinión fija. En un país tan católico y conservador como México, impulsar la agenda gay y los derechos a todo tipo de familia pueden derivar en pérdida de votos. Pero lo que está haciendo el tabasqueño es evadir el tema y no se compromete a tomar una postura.

Legalmente la Constitución mexicana establece que un presidente puede llamar a una consulta nacional ciudadanos cada tres años. Es decir, se tiene que generar todo un movimiento nacional sobre temas delicados (según la carta magna) para llamar a las urnas y que la ciudadanía responda una simple y clara pregunta con dos únicas opciones: SI y NO. Pero Obrador a mandado a elección popular cerca de seis temas, por lo que es impensable que en un sexenio pueda generar tantas consultas. A lo mucho dos, según la ley vigente.

Esta misma ley establece que los temas relacionados con derechos humanos universales no pueden ser sujetos a consulta, debidos a que son derechos básicos de todo ser humano. Dentro de esta categoría entran las leyes universales como la no discriminación, la libertad de género y preferencia sexual, ninguna de ellas puede ser sometida a discusión. Se deben respetar y punto. Por eso mismo varios colectivos LGTB han exigido a los candidatos presidenciales definir sus propuestas relacionadas con esta agenda.

Es por eso que López Obrador y los candidatos capitalinos como el priísta Mikel Arriola y la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, deberían de entender que no es posible evitar todos los temas polémicos asegurando que serán sometidos a consulta ciudadana. Y es que la propia ley federal de Consulta Ciudadana creada en 2014 establece bien cuáles temas podrán someterse a votación y cuáles no.

Esta ley deja muy claro que no se tocarán temas como los derechos humanos, las leyes electorales, la seguridad nacional, las funciones de las fuerzas armadas mexicanas, la división política nacional y los ingresos del estado. Por lo tanto, Obrador solamente podrá llevar a consulta ciudadana el tema de la continuación de su mandato. Y para lograrlo necesita que la solicitud sea aprobada por el instituto electoral y la Suprema Corte.

Por lo tanto Obrador ha ignorado esta importante ley y no podrá mandar a consulta temas como la reforma energética, la legalización del aborto, la adopción de parejas gay, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la eutanasia. Hasta el momento solamente podría mandar a consulta la continuación de su mandato hasta 2021, si es que llega a ganar este primero de julio.

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Lo cierto es que los candidatos presidenciales se la han pasado peleando entre ellos en lugar de presentar propuestas sólidas de gobierno. Ninguno de los actuales candidatos a la presidencia se ha mostrado listo para hablar abiertamente sobre estos temas de importancia nacional. Se limitan a hablar de corrupción, economía y legalidad, pero sin tocar los temas importantes que exigen los tiempos modernos. Incluso desde dentro de los partidos se están exigiendo generar una línea política en temas como el aborto, la cannabis médica o el matrimonio homosexual.

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