Europa apuesta por el transporte gratuito para mejorar la movilidad | BREAKING

Europa apuesta por el transporte gratuito para mejorar la movilidad

- Por

Con el objetivo de reducir las emisiones de contaminantes y eliminar el costo del pasaje para los más pobres, la ciudad universitaria de Tübingen, Alemania lanzó un programa piloto para dar transporte público gratis a todos los residentes los sábados, y así mejorar la movilidad en ese lugar.

El alcalde de la ciudad, Boris Palmer, explicó que desde hace siete años han tratado de subsidiar el transporte de manera ilimitada, gracias al uso de impuesto fijo de 15 euros que aplica a todos los residentes

«Ya tenemos un sistema decente en Tübingen, con 89,000 habitantes y 20 millones de viajes al año», explicó Palmer, que no posee automóvil.

Hasta ahora han logrado que uno de cada tres habitantes use el transporte de manera regular; otra tercera parte se sube de vez en cuando y el tercero no se ha decidido a dejar su auto, pero ofrecerle el servicio gratuito puede ser un aliciente para que ya no use su vehículo.

Este programa no es exclusivo de Tübingen, hay al menos una propuesta similar en otras cuatro ciudades alemanas, que están al borde del colapso porque emiten grandes cantidades de contaminantes.

La pregunta que se hacen ahora los gobiernos es si el uso de autobuses, tranvías y trenes gratuitos podrán reducir el uso del automóvil privado y reducir la contaminación.

Es una cuestión importante, ya que en noviembre del año pasado la Comisión Europea reveló que 400 mil ciudadanos mueren de forma prematura en el continente cada año, debido a la mala calidad del aire.

¿Intentos fallidos?

En Tallin, la capital de Estonia —en Europa del este— no se ha encontrado evidencias suficientes de que esta medida pueda funcionar para reducir la contaminación que generan los autos en las grandes ciudades.

Oded Cats, profesor asistente de transporte y planificación de la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos, estudió el modelo implementado en Tallin y aseguró que el gobierno logró aumentar la movilidad de los desempleados y de las personas con menores ingresos, no solo de la clase media y alta.

«Sin embargo, no hay evidencia que sugiera que haya habido un cambio del uso del automóvil al transporte público. Vemos un aumento en el uso del transporte público de personas que de lo contrario caminarían, lo que no es necesariamente deseable», dijo el investigador.

El programa de transporte público de la capital de Estonia arrancó en 2013 y permite que todos los residentes viajen gratis; los únicos que pagan son los visitantes y los turistas.

“Nadie piensa seriamente que se puede revertir», aseguró Allan Alaküla, jefe de la oficina de Tallin en la UE y portavoz oficial del proyecto, cinco años después de que arrancara el programa y con 140 millones de viajes realizados anualmente para los residentes.

La medida es viable porque el gobierno recibe mil euros del impuesto de la renta de cada residente anualmente, lo que permite financiar los viajes, pero además se lograron ingresos de 20 millones de euros adicionales por el aumento de la población residencial.

«Así que el presupuesto de la ciudad ha aumentado, la calidad del servicio ha mejorado constantemente y en los alrededores de Tallin, la demanda de transporte público se ha incrementado», explicó Alaküla.

El éxito de la recaudación de impuestos es tal que a partir del 1º de julio de este año, todos los viajes en autobús serán gratuitos para los habitantes del país.

“Será la primera nación del transporte público”, anunció el vocero.

Foto: Gobierno de Tübingen

A pesar de ello, el funcionario admitió que las reducciones de contaminación son apenas mínimas en el centro de la ciudad y no han visto una mejora sustancial, pues la gente ahora se sube al transporte en lugar de caminar.

Esta situación podría ser desfavorable para las otras iniciativas en Europa que ven el transporte gratuito como una opción para reducir la contaminación. Oded Cats, de la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos, duda que la medida funcione en Alemania, porque las personas no se bajarán de su auto tan fácilmente.

Medidas más extremas

El transporte gratuito no puede ser la única medida que adopten los gobiernos para mejorar la movilidad en las ciudades.

Oded Cats señaló que aumentar las tarifas de los estacionamientos o de peaje sería más eficiente para lograr que la gente deje el auto en su casa.

Foto: Especial

Pero además, contribuiría al medio ambiente el hecho de los gobiernos combinaran el transporte público con otras opciones, como caminar o andar en bicicleta, que realmente tendrían un impacto ambiental. Y los buses o el tranvía deberían utilizarse para distancias más largas.

Norman Garrick, profesor visitante de transporte en el Instituto Federal Suizo de Tecnología, añadió que los gobiernos tienen que convertir a las ciudades en lugares que no estén hechos para los autos a partir del diseño de éstas y el transporte público tiene que ser pensado para ser eficiente en estas nuevas ciudades.

Esto podría mejorar notablemente el tema ambiental. Sin embargo, ni las autoridades ni los especialistas han encontrado cómo implementar estos cambios de manera efectiva, sobre todo en otras partes del mundo donde las ciudades están más saturadas o donde el financiamiento del transporte no ha funcionado.

Por ejemplo, en HasselT, Belgica, volvieron a cobrar las tarifas después de 16 años porque se volvió financieramente insostenible. En Seattle ocurrió lo mismo por las mismas razones en los autobuses que dieron servicio gratuito en el centro de la ciudad por 40 años.

A pesar de los fallos y los contras que le han visto a esta medida, el alcalde de Tübingen se mantiene optimista y cree que el programa piloto hará un cambio real en la movilidad de la ciudad.

«La discusión pública ha sido intensa y el 70% de la gente apoya la idea. El debate ha creado una presión para no hacer nada, y mi intención es estar a bordo y convencerlos», aseguró.

Habrá que ver si las medidas usadas en las ciudades europeas pueden ser un primer paso para que otras urbes puedan transformar su sistema de transporte público. Entre ellas la Ciudad de México, que ha intentado por varios años modificar los sistemas sin éxito hasta ahora.

Con información del Huffington Post